En Colombia, la energía eléctrica se genera a partir de diferentes fuentes: el 70 % se produce gracias al movimiento de los embalses, es decir, es energía hidráulica y el 30 % restante
Colombia, al igual que muchos otros países, ha estado buscando formas de reducir la contaminación del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero. Una de las maneras para lograrlo en el sector del transporte es mediante el uso de combustibles más limpios y sostenibles, como el gas natural vehicular (GNV).
Colombia es una nación rica en biodiversidad y recursos naturales, que ha experimentado un auge en la exploración y producción de hidrocarburos en las últimas décadas.
La crisis climática es uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos hoy en día. Abordar esta problemática implica una transición masiva hacia fuentes de energía más limpias
La contaminación del aire es uno de los problemas medioambientales y de salud pública más graves a los que nos enfrentamos como sociedad.
Un informe de la International Energy Agency señala que, en la actualidad, casi un tercio (2.300 millones de personas) de la población mundial cocina sus alimentos con métodos rudimentarios.
El uso de energías más limpias en la industria del transporte es vital para contrarrestar las crecientes preocupaciones medioambientales. Una de las alternativas que ha ganado terreno en los últimos años es el Gas Natural Vehicular (GNV).
Colombia es un país de consumo medio-bajo de energía per cápita. Esto puede estar asociado a sus niveles de pobreza y en especial a su privación energética
En 1972, La asociación Guajira, integrada actualmente por Ecopetrol y Hocol, descubrió gas natural en esta zona del país.
