Colombia es uno de los países de Latinoamérica que ha comenzado a dar grandes pasos en el tema de la transición energética, a tal punto de encaminar parte de sus objetivos en el hecho de no depender económicamente del petróleo y del carbón, sino de aumentar el apoyo en fuentes más limpias, como es el caso del hidrógeno verde, que no solo es importante para atender las demandas internas, sino que también se busca convertirlo en una fuente primordial de exportación.
Parte de esas metas quedaron establecidas en la Hoja de Ruta hecha en 2022, cuando se dejó claro que una de las estrategias para 2030 es alcanzar una capacidad de electrólisis de 1-3 GW, con una inversión estimada de US$5.500 millones, cuya demanda se encargue de abastecer proyectos para movilidad (biocombustibles) y refinerías.
No obstante, de acuerdo con estimaciones de H2 Colombia, el país podría producir hasta nueve millones de toneladas de hidrógeno anuales para 2050, con una inversión superior a los US$240.000 millones.
Según la Cámara de Hidrógeno Andi-Naturgas, el territorio nacional cuenta con un gran potencial en la producción de hidrógeno verde, gracias a sus recursos renovables, como la energía solar y la biomasa. Sin ir tan lejos, actualmente tiene 28 proyectos en desarrollo, de los cuales siete ya están en fase de pruebas y se concentran en el campo de la movilidad.
Unas de las empresas que junto con Ecopetrol dio los primeros pasos para el desarrollo de la industria de este vector en el país fue Promigas, con la puesta en marcha de dos proyectos pilotos en 2022, de los cuales habló Marco Sanjuan, el gerente de Innovación de Promigas.
¿Qué tipo de proyectos adelanta hoy Promigas, en el campo de hidrógeno?
Además de ser líder en el desarrollo de mercados de energía en Colombia y Perú, con negocios en gas natural y electricidad y una línea creciente de bajas emisiones que van desde energía fotovoltaica hasta soluciones de almacenamiento de energía, Promigas puso en funcionamiento en 2022 la primera instalación de producción de hidrógeno verde e inyección en redes de gas natural en América Latina, y dos meses después oficializó una alianza con Sumitomo Corporation para desarrollar el mercado de movilidad basada en este recurso, en ambos países.
Nuestra planta piloto, ubicada en Cartagena, produce actualmente 1,5 toneladas de hidrógeno al año, al utilizar la tecnología de electrólisis con un suministro de energía a través de un sistema solar fotovoltaico. El hidrógeno generado se mezcla e inyecta en las redes de gas natural, el cual llega a consumidores de gas natural en la ciudad y su zona industrial.
La idea es que en el corto plazo podamos ampliar la capacidad de esta planta a 4,5 toneladas anuales, lo que permitirá el desarrollo de investigaciones sobre el desempeño e impacto del hidrógeno en infraestructura de gas de diversos años de operación.
También estamos estructurando proyectos y casos de inversión en segmentos de aplicación como electromovilidad, producción descentralizada para industrias y blending, con gas natural. De igual forma, analizamos el potencial de nuevos negocios basados en derivados de este vector, como los combustibles sintéticos renovables y el amoníaco.
En el ámbito de la investigación y desarrollo, trabajamos en proyectos de hidrógeno y sus derivados en colaboración con universidades y centros de investigación. Todos estos adelantos reflejan el compromiso de Promigas con la transición energética y la innovación en el sector, tanto a nivel nacional como internacional.
¿En qué partes se aplican y a cuántas personas benefician?
Con el hidrógeno de bajas emisiones que producimos en Cartagena, impactamos la calidad de vida de 178.842 usuarios conectados a las redes de transporte y distribución de gas natural, divididos así: 175.431 usuarios residenciales, 3.341 comerciales y 71 industriales.
¿A cuánto asciende la inversión de los proyectos?
El piloto exploratorio de producción e inyección de hidrógeno verde tuvo una inversión de US$1,2 millones, pero ahora se evalúa un portafolio de proyectos con orientación comercial que excede cuatro o cinco veces ese monto.
¿Con este tipo de hidrógeno cómo se contribuye a descarbonizar la economía del país?
El hidrógeno tiene un potencial relevante de descarbonización, especialmente en procesos de difícil electrificación. Si Colombia alcanza la meta de producción de 70.000 ton/año, nuestra huella de carbono se reduciría en al menos 400.000 toneladas de CO2-eq/año.
¿Cuáles son las perspectivas futuras de Promigas?
La empresa está trabajando en proyectos que promuevan el uso del hidrógeno en la movilidad eléctrica, el transporte de carga, la producción descentralizada para industrias y en la generación de derivados, como los combustibles sintéticos y el amoniaco.
Para estos proyectos, Promigas continuará buscando prospectos y desarrollando casos de negocio, así como en la investigación, desarrollo y formación de capacidades. La inversión en nuevos proyectos dependerá tanto de su escala, como de las condiciones financieras y de la regulación a nivel nacional. Nuestra estrategia es poder consolidarnos como un líder en la producción de hidrógeno y sus derivados, en la región.
La apuesta por la sostenibilidad de Promigas
Según indicó Sanjuan, Promigas quiere ser un actor relevante en la transición energética del país, a través de la producción y suministro de energéticos y soluciones de bajas emisiones. La empresa, apoyada en su centro de investigación e innovación en energía y gas, Ciieg, se encuentra desarrollando soluciones con tecnologías de bajo carbono y gases renovables, como biometano e hidrógeno.