A finales de 2024, y luego de haber suspendido el proceso de evaluación por varios meses, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) le entregó a Oxy el permiso para perforar en el Mar Caribe el pozo Komodo, considerado como el más profundo del mundo.
Aunque la entrega de la licencia es una buena noticia por sí sola, expertos aseguran que las numerosas obligaciones y condicionamientos que le puso la Anla a la empresa harían inviable la perforación de este pozo en un futuro.
De hecho, en 2024 Oxy (operador del proyecto) y su socio Ecopetrol se vieron en la obligación de suspender la perforación de Komodo, programada para noviembre, debido a la demora que tuvo la Anla para otorgar la licencia.
Expertos del sector petrolero aseguraron que la licencia ambiental otorgada por la Anla tiene ambigüedades e incertidumbres que podrían dificultar la perforación del pozo Komodo.
Además, dicen que la falta de claridad en la redacción de las restricciones, la complejidad del proceso de aprobación de los Planes de Manejo Ambiental Específicos (PMAE) y la posible extralimitación en las competencias de otras entidades, podrían generar retrasos, costos adicionales e, incluso, la inviabilidad del proyecto.
Las condiciones de la Anla
La licencia ambiental que otorgó la Anla autoriza la perforación de hasta 20 pozos de exploración (uno de ellos sería Komodo) en una profundidad entre 5.500 metros y 11.000 metros por debajo de la superficie del mar.
Para cada uno de estos pozos la Anla le exige a Oxy presentar un PMAE. Este es uno de los puntos que más genera preocupación, pues se trataría de ‘minilicencias’ ambientales que se tendrían que tramitar, adicional a la general que ya fue aprobada.
De acuerdo con los expertos, esta exigencia va en contravía del Decreto 1076 de 2015, que reglamenta el sector ambiente en Colombia y que señala: “Ningún proyecto, obra o actividad requerirá más de una licencia ambiental”.
Sumado a esto, el artículo 21 de la resolución que dio vía libre a la licencia ambiental estipula que la Anla deberá coordinar la construcción de un grupo de expertos para que presenten “recomendaciones o medidas de manejo respecto de los factores biótico, abiótico, socioeconómico y las eventuales contingencias asociadas al proyecto”.
Para los expertos, la creación de este grupo de expertos genera una gran incertidumbre y podría dificultar la ejecución del proyecto, ya que sus recomendaciones pueden ser tenidas en cuenta en los análisis de los PMAE.
En la licencia también se reglamentan aspectos de seguridad de procesos y del plan de contingencias, que son incluidos en las competencias de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y la Dimar, por lo que se asegura que la Anla se estaría extralimitando.
Otro tema que genera preocupación es que se determinó que no se podrá realizar ningún tipo de actividad en “aquellas zonas de hábitats bentónicos y comunidades de profundidad”.
Para los expertos, con la definición de estas zonas de exclusión no se podría realizar ninguna perforación en el área del bloque COL-1 (donde está ubicado el pozo Komodo) ni en ninguna parte del offshore colombiano.
¿Por qué es importante el pozo Komodo?
Komodo está ubicado en aguas ultra profundas del Mar Caribe colombiano, lo cual significa que tiene una lámina de agua de aproximadamente cuatro kilómetros para encontrar la base marina y comenzar la perforación.
La sísmica y estudios geológicos que se han desarrollado con anticipación en este pozo permiten considerar que Komodo podría resultar en un descubrimiento más grande que Sirius, ya que sería una extensión del gran potencial de petróleo que se ha encontrado en Guyana.
La campaña exploratoria en Komodo ha sido la más grande que ha hecho Oxy en toda su historia, porque la empresa confía en que este pozo tiene un gran potencial y en que se podría convertir en un nuevo descubrimiento en Colombia.
Además, en este pozo existe una alta probabilidad de encontrar petróleo. Esto sería una novedad porque, hasta el momento, todos los descubrimientos que se han dado en el Mar Caribe han sido de gas natural.
Sin embargo, por el retraso que tuvo la expedición de la licencia ambiental, Oxy y Ecopetrol se vieron en la necesidad de cancelar temporalmente la ejecución del proyecto, por lo que no se tiene previsto que se haga en 2025.
Aún se desconoce cuándo se podría perforar Komodo, ya que se requiere volver a tener la disposición del buque de perforación (esto podría tardar unos tres años) y contar con las condiciones de clima adecuadas para llevar a cabo las actividades en el pozo.
Fuente: eltiempo.com