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En su historial acredita conquistas que van desde la central de El Peñol hasta Hidroituango, pasando por su salto a la internacionalización
EPM cumplirá sus primeras 70 años de operaciones este miércoles 6 de agosto y estas siete décadas le alcanzaron para convertirse en el conglomerado público más fuerte de Colombia en el sector de los servicios públicos domiciliarios, especialmente en el segmento de energía.
Fue un 6 de agosto de 1955 que el Concejo Municipal aprobó aglomerar en una sola entidad los servicios de agua, luz, alcantarillado y teléfono. Pero su vida administrativa inició en enero de 1956.
Esta historia otorga un lugar especial para el ingeniero Lucio Chiquito; un experto en hidráulica y artífice de varios proyectos prominentes, entre esos, la represa de Piedras Blancas, ubicada en el corregimiento de Santa Elena, un trabajo que estuvo listo en 1952 para darle agua a Medellín y es, en parte, gracias a ello, que se le considera un fundador que cimentó las bases para que después llegara Grupo EPM.
Hay otros cuatro hitos que han marcado la trayectoria de esta organización. El primero, la conversión a Empresa Industrial y Comercial del Estado, Eice, (1997) que le dio la flexibilidad para expandirse y potenciar sus negocios. Luego, se registró su alcance internacional, que inició con las adquisiciones de Ticsa y Aguas de Antofagasta (2013-2015).
En años recientes, se destacan la entrada en operaciones de Hidroituango (2022-2023), que marcó otro acontecimiento histórico, y el piloto en hidrógeno verde (2024).
Entre los empresarios están aquellos que piensan que, cuando una compañía genera valor mientras impulsa el desarrollo social, el crecimiento puede ser exponencial y con un enfoque mucho más colectivo. John Maya Salazar, gerente del conglomerado, indicó que “en 70 años de historia, el compromiso de EPM se ha centrado en contribuir a la calidad de vida de la gente y al desarrollo de los territorios”.
En 70 años, esta compañía alcanzó más de 30% de participación en el mercado energético del país y en su portafolio agrupa a 47 empresas que desarrollan negocios como la generación, transmisión y distribución de energía; comercialización de gas; provisión y saneamiento de aguas; y gestión de residuos sólidos.
La compañía cuenta con cerca de nueve millones de clientes y tiene operación en otros cinco países: Chile, Panamá, El Salvador, Guatemala y México.
En el libro titulado El Kínder de los Cacaos, obra del periodista J. Enrique Ríos, el ingeniero Lucio Chiquito narra que la represa de Piedras Blancas se levantó gracias a la colocación de un bono que recaudó $3,2 millones; hoy Grupo EPM todavía es una organización 100% pública que, para 2024, tuvo ingresos por $41,8 billones y utilidad de $4,54 billones.
Proyección del mañana
Mientras el mundo avanza en la descarbonización de la economía, EPM en 2024 inauguró la planta piloto para la producción de hidrógeno verde y entró en la carrera por el desarrollo de esta nueva fuente energética.
El gerente de la compañía ha enfatizado también en la necesidad de estructurar pequeñas centrales hidroeléctricas, con plazos más cortos de construcción, para cubrir la demanda creciente de los colombianos y respaldar la economía.
Hidroituango: la crisis y el resurgimiento
La megacentral de Hidroituango ha sido, quizás, la obra civil de mayor envergadura que haya asumido EPM en su historia. Sus 2.400 megavatios eran motivo de satisfacción y confianza para el Sistema Interconectado de Colombia. Sin embargo, en 2018, aconteció la contingencia ocasionada por el colapso súbito de la Galería Auxiliar de Desviación, GAD, situación que derivó en el represamiento de las aguas del río Cauca y amenazó con provocar una tragedia aguas abajo del proyecto. La empresa y sus trabajadores no huyeron ante el riesgo y lograron estabilizarlo. Hoy funciona a 50%. En 2027 funcionarán las ocho turbinas.
Hitos
1966 – 1975
Planta de potabilización La Ayurá (1968): el inicio de la operación de esta planta marcó un avance significativo en el acceso a agua potable para Medellín y sus alrededores.
Guadalupe y La Fe (1966-1975): estos proyectos de generación hidroeléctrica no solo proveyeron energía, sino que también impulsaron el desarrollo social en las comunidades cercanas.
1976 – 1984
Culmina el proyecto El Peñol – Guatapé (embalse de mayor regulación del país, dinamización de la economía alrededor del embalse – turismo, contratación social)
Manejo técnico de la relación con la banca multilateral (1984)
Desarrollo y aprovechamiento múltiple Riogrande
1985 – 1994
Central Niquía y Tasajera: el abastecimiento de energía y agua a comunidades de la región fue crucial para el desarrollo social de áreas en Antioquia.
Planta de potabilización Manantiales (1992): aumento de la cobertura de agua potable para una mayor parte de la Ciudad y sus alrededores.
1995 – 2004
Biblioteca EPM (2000): la creación de la Biblioteca EPM no solo responde a una necesidad cultural, sino también a la inclusión de espacios públicos de calidad para la comunidad.
Aguas del Oriente (1999): responde a la creciente demanda de acueducto y alcantarillado en la región.
Creación de la Fundación EPM (2000)
2005 – 2015
Aguas de Urabá y Aguas de Occidente (2006-2007): aumento del acceso a servicios básicos en zonas rurales de Antioquia.
Contingencia Guatapé – Playas (2010): respuesta a emergencias y compromiso con las comunidades afectadas por situaciones críticas en las centrales hidroeléctricas.
2016 – 2025
EPM en el Caribe colombiano con Afinia (2020): expansión a nuevas regiones del país, ofreciendo servicios vitales a poblaciones históricamente desatendidas.
Servicio en pandemia: respuesta de EPM durante la crisis sanitaria, asegurando el suministro continuo de servicios básicos.
Otros
acueducto aéreo, Habilitación Viviendas, Fondo Ventures, Programa Educación Ambiental de Proyectos e Ingeniería, Fondo Cuenca Verde, Alianzas para el Desarrollo, energía y agua prepago, Plan de Atención Específica del Bajo Cauca, las UVA, programa Agua para la Educación de la Fundación EPM.
Fuente: LaRepublica