- El biometano es una solución energética sostenible y alternativa al gas natural que genera un impacto positivo en las zonas donde se produce, ayudando a la gestión eficiente de los residuos, reduciendo las emisiones y creando empleo y desarrollo social.
La energía solar, la energía eólica y la energía geotérmica son tres de las energías renovables más conocidas, pero no las únicas. Junto a ellas también se abren paso otras soluciones sostenibles como el biometano, un gas renovable obtenido a partir de residuos orgánicos.
Del mismo modo que los plásticos acumulados en un vertedero pueden reciclarse y convertirse en nuevos productos, aquí los desechos ganaderos, los residuos agroindustriales, los lodos de depuradora e, incluso, los restos orgánicos de la basura doméstica se transforman en energía.
En la búsqueda de combustibles más sostenibles, el biometano se posiciona como una alternativa eficiente y renovable al gas natural y otros combustibles fósiles porque contribuye a la transición energética reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y promoviendo la economía circular.
El biometano es un gas renovable que se obtiene a partir del biogás, tras someterlo a un tratamiento de depuración conocido como upgrading, que elimina el dióxido de carbono (CO2) y otras impurezas, con el fin de que su composición y eficiencia energética sea similar a la del gas natural convencional y permita así su inyección en las redes gasistas existentes.
El resultado es un biocombustible, que ayuda a reducir las emisiones y que se puede emplear tanto para la calefacción y refrigeración de los hogares como para propulsar vehículos. También para descarbonizar un sinfín de procesos industriales que requieren de elevadas temperaturas.
Pero sus ventajas no acaban aquí. Además de lograr beneficios medioambientales, las plantas de biometano también favorecen el desarrollo económico y social de las áreas en las que se instalan. En este artículo, desgranamos sus virtudes y por qué es una fuente viable, que no deja de ganar posiciones gracias a su contribución a la transición energética, la descarbonización de la energía y la economía circular.
Biocombustible seguro y fiable
- Es una alternativa renovable al gas natural convencional
El biometano se consigue a partir de recursos ya existentes. Allí donde hay materia orgánica es posible obtener este biocombustible. La basura y los residuos de industrias como la alimentaria, la agrícola o la ganadera son la materia prima de esta fuente de energía y ese es, precisamente, lo que le otorga su carácter renovable.
- Es una propuesta viable y con mucho potencial
La ganadería y la agricultura tienen una fuerte presencia en nuestro país y, por tanto, contamos con un elevado volumen de residuos que pueden ser aprovechados para producir biometano. Después de Francia y Alemania, España cuenta con el tercer mayor potencial de producción de biometano en Europa, listo para ser explotado. Según el Estudio de la capacidad de producción de biometano en España elaborado por la Asociación Española del Gas (Sedigas), tenemos una capacidad de producción de 163 TWh/año, suficiente para cubrir alrededor del 50% de la demanda actual de gas natural de nuestro país.
Castilla y León lidera el ranking de potencial de producción, con 37,78 TWh que representan el 23,2% del total. Le siguen Andalucía, con 23,62 TWh (14,5%), Castilla-La Mancha, con 20,37 TWh (12,5%), Aragón, con 17,62 TWh y Cataluña, con 14,46 TWh.
- Una tecnología madura que aprovecha las infraestructuras ya existentes
El biometano no es una tecnología experimental. A diferencia de otras soluciones, se trata de una tecnología madura, segura y probada. Además, existe una sólida y robusta normativa nacional y europea que establece estrictos controles medioambientales y requisitos en materia de seguridad y salubridad para el desarrollo y puesta en operación de las plantas de producción.
Además, su éxito no se basa solo en la solidez técnica de las instalaciones, sino también en su capacidad para adaptarse a diferentes entornos, gestionando residuos y generando energía competitiva, como lo demuestran las más de 20.000 instalaciones operativas de biogás y biometano distribuidas por toda Europa. Al compartir unas características similares al gas natural convencional, se puede almacenar y transportar a través de las redes gasistas existentes, dando respuesta a las necesidades energéticas de industrias, hogares, negocios y vehículos de manera eficiente en costes.
Impacto medioambiental y socioeconómico
- Contribuye a una gestión eficiente de los residuos y a reducir las emisiones
Usar como materia prima los residuos que genera el sector primario o las industrias agroalimentarias, entre otros, alivia el problema de la gestión eficiente de los residuos en nuestro país. Además, una instalación de biometano también es una solución para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Según Sedigas, el simple aprovechamiento del potencial de producción de biometano del que dispone España evitaría la emisión de 8,3 millones de toneladas de metano que, de otra manera, se liberarían a la atmósfera de forma natural. Todo esto contribuye a mejorar nuestra huella de carbono, ya que ayuda a mitigar el cambio climático y a promover la economía circular.
Aporta beneficios medioambientales e impulsa el desarrollo económico de las zonas donde se instala
- Reduce la dependencia energética del exterior
Al producir biometano a partir de recursos locales no solo se reduce la cantidad de metano liberado a la atmósfera de manera natural, sino que también se contribuye a disminuir la dependencia de fuentes de energía externas, al dejar de importar combustibles de terceros países, mejorando así la balanza comercial del país.
- Favorece la creación de empleo en zonas rurales y la fijación de población
La producción de biometano a partir de los residuos del sector agrícola y ganadero facilita su valorización económica y favorece la creación de nuevos puestos de trabajo. De esta forma, se reactiva el tejido económico local, gracias a las actividades de construcción de las instalaciones y a la operación continua posterior de esas plantas. Asimismo, se combate uno de los grandes desafíos de España: la despoblación rural.
La vida útil de una planta es de entre 25 y 30 años, lo que se traduce en inversiones, recaudación de impuestos y creación de empleo de calidad para los municipios donde se encuentran. En este sentido, cabe destacar que la puesta en marcha de 2.326 plantas especializadas a lo largo de todo el territorio, con una inversión asociada estimada de 40.500 millones de euros (el equivalente al 3,6% del PIB), generaría cerca de 62.000 empleos directos e indirectos.
Desmitificando el biometano: realidades y beneficios
El biometano se posiciona como una solución clave para la transición energética sostenible, ofreciendo ventajas medioambientales y económicas. Sin embargo, aún existen algunas percepciones erróneas que vale la pena aclarar. A continuación, exploramos algunas realidades importantes sobre este valioso recurso energético.
- Las plantas de biometano no son plantas de combustión
El tratamiento de los residuos se realiza de manera natural por la acción de bacterias en ausencia de oxígeno, dentro de un sistema cerrado y bajo condiciones controladas de temperatura y humedad. Este proceso, conocido como digestión anaerobia, convierte los residuos en productos energéticos y agrícolas (fertilizantes orgánicos) de manera segura, eficiente y respetuosa con el medio ambiente.
- Los residuos para la valorización energética no son peligrosos
Los residuos utilizados en la producción de biometano no presentan peligro alguno. Cumplen con todas las regulaciones vigentes y contribuyen a la promoción de prácticas agrícolas sostenibles. Estos residuos incluyen subproductos agrícolas que no son aptos para alimentación animal, desechos ganaderos, lodos de depuración e, incluso, la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos. Estos materiales se valorizan de manera segura y responsable.
- Reducción de ruido y los olores
Antes de la puesta en marcha de estas instalaciones, se realizan exhaustivos análisis previos y estudios de impacto ambiental que permiten adoptar las medidas necesarias para cumplir con los requisitos legales para la prevención de ruidos y olores. Gracias a la avanzada tecnología empleada, se controla la potencial liberación de olores desagradables.
El biometano se encuentra en el centro de los esfuerzos de la UE para avanzar hacia una transición energética justa y competitiva
- Impacto mínimo en el tráfico local
Los proyectos de biometano son diseñados respetando estrictos criterios ambientales, técnicos y de seguridad, y uno de los aspectos clave es minimizar la perturbación del tráfico en las áreas donde se ubican las plantas. Generalmente, se eligen emplazamientos con fácil acceso a autovías y alejados de los núcleos de población, asegurando así que la operación de las plantas se desarrolle con el menor impacto posible en las comunidades locales.
- Evita emisiones nocivas y ahorra CO2
El biometano juega un papel central en los esfuerzos de la Unión Europea para avanzar hacia una transición energética sostenible. Este recurso no solo reduce de manera significativa las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también contribuye a la descarbonización de la economía.