Una persona que vive en estrato 3 en Medellín y consume 15 metros cúbicos (m³) de gas natural, pasará de pagar $36.745 a $44.527 en su factura de febrero del 2025, para un alza de $7.782. Y si consume 20 m³, su tarifa ascenderá de $48.993 a $59.370, equivalente a un incremento de $10.377.
Estas tarifas hacen parte de la crónica de un alza anunciada por Naturgas en diciembre de 2024, cuando alertó subidas por la importación de gas natural licuado por el déficit de producción en el país.
Incluso había proyectado variaciones de entre el 20% y el 35%, pero la realidad fue aún más dura para los consumidores, especialmente en Bogotá, donde el alza será del 36%.
El fuerte golpe al bolsillo de los colombianos estaba cantado, pese a la negación del presidente Gustavo Petro, quien en septiembre de 2024 dijo que “el año entrante no habrá déficit de gas, las reservas pueden sostener la demanda”. No obstante estas declaraciones, su Gobierno no ha dado señales de certidumbre y desde el sector energético sube el tono sobre la falta de nuevos proyectos que aseguren el suministro.
Incluso exfuncionarios como el ahora ex viceministro de Energía, Javier Campillo, aseguran que el Gobierno ha hecho oídos sordos a las recomendaciones técnicas.
¿Por qué subieron las tarifas de gas natural en Colombia?
Este incremento se debe principalmente al encarecimiento del suministro y transporte del gas, factores que representan más del 96% del ajuste. Es decir, el gas que compran las comercializadoras en boca de pozo y el costo de transportar la molécula por la liquidación trimestral del impuesto de transporte.
Por ejemplo, Vanti ya informó que la tarifa final de gas natural para los usuarios residenciales, comerciales e industriales regulados de diferentes partes del país tendrán un incremento de hasta 36% en sus facturas a partir de febrero.
La principal comercializadora del país indicó que el ajuste ha sido inevitable, debido a un mayor costo del gas nacional a partir este año, la necesidad de incorporar gas importado para poder atender toda la demanda nacional y el hecho de que las nuevas fuentes de suministro de gran parte del interior del país se encuentren en la Costa Caribe y aumenten los costos de transporte.
Los usuarios que se verán afectados con este incremento están ubicados en ciudades como Bogotá, Medellín, Bucaramanga, Villavicencio, Manizales, Pereira, Armenia, Ibagué, Neiva o Yopal, entre otras.
![Infográfico Infográfico](https://estaticos.elcolombiano.com/binrepository/1275x1138/0c0/0d0/none/11101/YBYK/info-produccion-y-tarifas-de-gas_47131038_20250207065844.jpg)
¿Qué pasa con las facturas de gas natural en Medellín?
La capital paisa tampoco se queda atrás, con un aumento del 21,2%, de acuerdo con los reportes de EPM.
En la capital antioqueña sucede algo parecido a Bogotá. Se observa un incremento en la tarifa de suministro de $443,62 por m³, equivalente a 43,9% más que en diciembre del año pasado. En términos de compra en dólares por millón de BTU, la tarifa pasó de 6,47 USD/MBTU en diciembre a 9,34 USD/MBTU en enero, alineándose con las proyecciones de alzas.
Estos cálculos conocidos por esta redacción fueron confirmados por la misma EPM, al describir: “Se prevé un incremento en las tarifas de gas natural para el 2025 que oscilarían entre el 20% y el 22%. Este aumento se verá reflejado en la facturación de febrero y aplicará para todos los segmentos: residencial, comercial e industrial”.
Los ajustes, según analistas consultados, podrían explicarse en la necesidad de transportar gas desde fuentes más lejanas distintas a las fuentes de las que antes se traía el gas, el pago de primas adicionales de transporte y el cobro de los impuestos de transporte del cuarto trimestre del año.
Además, EPM le reveló a EL COLOMBIANO que, al igual que todas las distribuidoras, sí está comprando gas importado a través de la planta regasificadora SPEC, ubicada en Cartagena, así como otras fuentes menores ubicadas en diversas partes del país.
“A pesar del incremento tarifario y del déficit o estreches de la oferta, es muy importante resaltar que los clientes y usuarios de EPM, pueden estar tranquilos en cuanto a la disponibilidad del energético”, dijo la empresa a este medio.
Por su parte, Cartagena registró un alza del 11,2%. Barranquilla y Cali tuvieron los aumentos más moderados, con un 5,8% y 2,2%, respectivamente.
El alza está relacionada con la escasez de gas nacional, lo que obliga a importar a precios más elevados. Además, el comportamiento del dólar podría jugar un papel clave en las próximas tarifas, ya que cualquier disparada elevará aún más los costos del gas en el país.
“Estos efectos se empezarían a observar en los recibos que van a llegar en el mes de febrero de 2025 y lo más seguro es que se mantendrán hacia adelante, en la medida que la oferta de gas nacional sea insuficiente para cubrir la demanda, como lo muestran los balances volumétricos calculados con datos de fuentes oficiales como la UPME y el Ministerio de Minas y Energía. Esto hará que los precios de fuentes nacionales sigan la tendencia de alineación con el valor de gas natural licuado importado”, explicó el ingeniero Luis David Pachón, consultor en gas y energía.
Además, el comportamiento de la tasa de cambio también será importante en la medida que las tarifas de suministro se pactan en dólares y se pasan a pesos con la TRM, por lo que en caso de devaluación impulsaría aún más el alza de los precios del gas.
Naturgas ya había advertido el alza en las tarifas de gas natural
En diciembre del año pasado, Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas, advirtió que el gas importado es muchísimo más caro que el producido en el país. Mientras el gas local cuesta en promedio 6 dólares por millón de BTU, el traído del exterior se dispara hasta los 15 dólares por la misma cantidad.
Este encarecimiento golpeará directamente a los hogares, negocios, vehículos e industrias en todo el país, con Bogotá y Medellín como las ciudades más afectadas por el alza en las tarifas. Sin embargo, la región Caribe podría librarse porque el precio ya venía alto y más cercano al de importación y no se sintió tan fuerte.
El ajuste en los precios responde a la caída en las reservas nacionales y el aumento en la demanda, lo que ha obligado al país a traer este energético del exterior para evitar desabastecimientos. Si la mitad del consumo nacional se cubre con importación, las tarifas podrían subir en promedio un 25%, alertó en su momento el gremio.
Ante este panorama, el profesor Sergio Cabrales, experto en temas energéticos, insistió en que el gas colombiano no es suficiente para suplir la demanda nacional, por lo que es necesario importar gas natural licuado por Cartagena para la demanda esencial y térmica.
“Con la última declaración de producción por parte de los productores de gas en Colombia y la demanda estimada por la UPME, el balance agregado presenta un déficit que debe ser cubierto con gas importado, lo que termina aumentando el precio de la molécula y del transporte para la mayoría de colombianos”, indicó Cabrales.
Asimismo, Mónica Contreras, expresidenta de la Transportadora de Gas Internacional, TGI S.A ESP, dijo en su momento que el gas importado cubre el déficit que tiene Colombia y que estaba claro su sobrecosto frente el gas nacional, así como el impacto en tarifa para el usuario. “Crónica ya anunciada. Muy lamentable para incrementar la demanda de gas que debe suceder de cara a la transición energética”.
¿Qué pasó con el gas natural de Canacol para EPM?
En octubre de 2024 se conoció la suspensión del contrato de suministro de gas de Canacol a EPM, que iba a abrir la puerta a un mayor suministro de este energético a Medellín, Antioquia y Cundinamarca.
En ese contexto, EPM advirtió que Colombia enfrenta una crisis energética sin precedentes debido a un grave déficit de gas natural para 2025.
La compañía no ha logrado asegurar la totalidad de los contratos necesarios para cubrir la demanda y advirtió que la escasez podría impactar a sectores clave como el residencial, industrial y de transporte.
Según EPM, varios factores han llevado a esta situación crítica. Primero, la falta de ejecución del Plan de Abastecimiento de Gas, incluida la fallida construcción de una planta regasificadora en el Pacífico y la ausencia de inversiones en infraestructura para transporte del gas.
Además, a finales de 2023, la fractura de campos en Córdoba eliminó el 7,6% de la oferta nacional. A esto se suma la incertidumbre sobre la política pública en exploración y explotación, así como la prohibición del fracking.
EPM estima que en 2025 habrá un déficit de gas firme del 9% al 12% de la demanda nacional, es decir, entre 90 y 120 GBTUD. En el caso de su mercado en Medellín, la empresa tiene asegurado solo el 70% del suministro, con un faltante del 30% (17 GBTUD). Para 2026, el panorama es aún más incierto.