La confirmación esta semana de que la oferta de gas natural en Colombia no será suficiente para cubrir la demanda desde el año 2025, prendió las alertas de los gremios y de los mismos consumidores por el impacto que esto pueda tener en las tarifas.
Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas, en diálogo con El País, explica cómo esto se podría reflejar en las tarifas de los servicios de los consumidores y las alternativas que se han planteado para evitar un déficit de este combustible.
¿Qué puede pasar si la oferta de gas no es suficiente para cubrir la demanda en el país?
Si esto pasa, será necesario complementar la oferta local con fuentes externas, de tal manera que los comercializadores que atienden la demanda residencial, comercial, industrial y vehicular, los cuales contratan gas de distintas fuentes y con distintas condiciones, cumplan con las necesidades de sus usuarios y con los compromisos adquiridos.
En este sentido, es importante recordar que la oferta de cantidades disponibles de gas natural para la venta en firme (PTDVF), publicada por el Gestor del Mercado de Gas Natural en Colombia y discriminada por campo de producción y operador, reveló que la cantidad para venta en firme en 2025 es de 43.5 GBTUD y para 2026 160.5 GBTUD.
Mientras se estima que las necesidades de contratación en firme para 2025 están alrededor de los 120 GBTUD, o 12% de la demanda, y para 2026 alrededor de los 350 GBTUD que equivalen al 30% de la demanda prevista para ese año.
Es importante anotar que las fuentes locales complementadas con las externas evitarían racionamiento de gas natural.
¿A los colombianos cómo los puede afectar?
Los colombianos podrían ver reflejado este impacto en el suministro de gas en todos los sectores, pues, como se mencionaba, los comercializadores que atienden demanda residencial, comercial, industrial y vehicular contratan gas de distintas fuentes y con distintas condiciones para atender a sus usuarios. Estas variables combinadas determinan el suministro a los usuarios finales. Es decir, la porción de gas importado que se destine a cada una de estas demandas dependerá del portafolio de contratación que tenga cada comercializador, y de eso también dependerá el costo al usuario final.
Es importante resaltar, que los procedimientos actuales de comercialización de gas natural, fueron diseñados en un contexto de abundancia, por lo que es imprescindible flexibilizarlos para evitar alzas en los precios.
De hecho, desde la industria hemos insistido al Ministerio de Minas y Energía y a la Creg en que comercializar gas con las reglas actuales, en un escenario de estrechez del mercado como el actual, podría generar un incremento en los precios del gas natural, un servicio público que históricamente ha sido el más económico en Colombia.
¿Por qué llegamos a esta situación?
Esta situación se consolidó a raíz de múltiples circunstancias: La disminución de las reservas probadas, el promedio de la última década de pozos exploratorios perforados fue de 26 pozos por año, mientras que, en la década inmediatamente anterior, era de 120, una disminución significativa. A raíz de esta caída, Colombia pasó de tener una autosuficiencia de 13 años, a 6 año. Tan solo en 2024, se han perforado 14 pozos.
Tampoco se desarrollaron los proyectos de Yacimientos No Convencionales, además se tomó la decisión de no suscribir nuevos contratos de exploración y producción, lo que aleja el interés de realizar nuevas inversiones en un sector cuyos resultados son de largo plazo. La única forma de incrementar reservas es incrementando la inversión en actividad exploratoria.
¿Es decir que el país tiene gas, lo que pasa es que no es posible extraerlo?
El país tiene un potencial de reservas de gas natural costa afuera que nos permitiría retomar la autosuficiencia en el mediano plazo. Pero es imprescindible que antes del primer semestre de 2025, se otorgue la licencia ambiental y se cierren los procesos de consulta previa para que inicie el proceso de contratación de las obras para la construcción del gasoducto que conecta el campo asociado al descubrimiento de Uchuva, operado por Petrobras, con la estación Ballena, ubicada en la Guajira, que es donde confluyen los dos sistemas de transporte nacional.
Asimismo, en áreas continentales existe un potencial, principalmente ubicado en la Costa Atlántica y en el Piedemonte Llanero. Para acelerar su desarrollo es necesario que el Ministerio de Minas y Energía considere medidas adicionales y excepcionales, a las ya adoptadas, tales como la flexibilización de algunas medidas.
¿Si se importa gas, qué impacto podría tener esto entre los colombianos, específicamente en costos?
En un escenario de importación de gas, es importante considerar que este se encuentra influenciado por la volatilidad del mercado mundial. Aunque actualmente los precios internacionales no alcanzan los niveles elevados, que se observaron tras el conflicto entre Rusia y Ucrania, podrían estar por encima del precio local. En este caso, el valor de la molécula será determinante para definir el precio para todos los usuarios.
¿Aún no se sabe nada de la Regasificadora del Pacífico, este proyecto se necesita?
Aunque en agosto de 2023 el proceso de convocatoria pública para la construcción y operación de la Regasificadora del Pacífico se declaró desierto, esta infraestructura puede brindarle confiabilidad al sistema, y en este punto es importante reiterar que todas las fuentes externas de suministro de gas que sean viables deberían ser habilitadas, para mantener seguridad energética.
Ecopetrol presentó un plan de trabajo para evitar que el país se quede sin gas… ¿qué piensa de ese plan?
El plan presentado por Ecopetrol ratifica el compromiso de la empresa para garantizar el abastecimiento de gas natural a 36 millones de colombianos que cuentan con este energético en sus casas, comercios, e industria. Recordemos que Ecopetrol produce cerca del 80% del gas natural que consumimos, de ahí que su estrategia da un nuevo aliento al sector para mantener seguridad y soberanía energética.
Debemos priorizar el desarrollo de los descubrimientos de gas natural, incrementar y acelerar la actividad exploratoria en el país y habilitar todas las fuentes externas de gas natural que sean viables jurídica, económica y operativamente.
Sin embargo, para que esta visión se materialice, es fundamental que el Gobierno y el sector privado trabajemos en conjunto para superar los desafíos regulatorios y logísticos que aún persisten. Aspectos como la flexibilidad regulatoria, y la agilidad en la obtención de permisos y licencias, serán factores determinantes para el éxito de este plan.