YPF acelera para sumar más empresas a su sueño de construir una planta de gas natural licuado (GNL) en Río Negro y desarrollar plenamente el potencial de Vaca Muerta, en medio de las dudas por la continuidad de Petronas. La petrolera estatal termina de definir por estas horas la firma de un acuerdo con uno de los principales jugadores a nivel mundial -fuentes de la industria apuntan a Shell– para conseguir venderle un tercio de la potencial producción del combustible de los próximos años y para que además se sume como socio del proyecto, al menos en algún eslabón de la cadena. De todos modos, solo será el inicio de las conversaciones.
Por otro lado, YPF tiene previsto abrir oficinas comerciales en Londres, señalada como “la meca del GNL”, para facilitar la negociación con otros futuros compradores y su posterior atención administrativa. Esos “off takers” serán clave para conseguir el financiamiento necesario para el proyecto a través de bancos internacionales, por al menos USD 30.000 millones.
En ese marco, el presidente de la compañía, Horacio Marín, se encuentra en pleno viaje por Turquía, luego de su paso por Hungría, Alemania e Italia, mientras tiene previsto volver mañana a la Argentina y viajar a Japón en los próximos días.
Ante la consulta de Infobae sobre un posible acuerdo con la petrolera argentina, desde Shell no desmintieron la información pero señalaron: “Estamos siempre explorando las oportunidades de optimizar nuestro portfolio. Pero por política de la compañía, no hacemos comentarios sobre actividades o acuerdos comerciales potenciales”.
El nombre de la firma anglosajona fue confirmado a este medio por importantes fuentes de la industria luego de que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, anticipara este martes en Córdoba que YPF se encaminaba a firmar un memorando de entendimiento (MOU) con una de las empresas más grandes del mundo para venderle USD 140.000 millones en 20 años o un tercio de las exportaciones previstas del proyecto una vez que se ponga en marcha. Serían USD 7.000 millones por año desde 2031 si todo sale según lo previsto.
Pero la intención de la petrolera estatal es que ese jugador también sea una de las socias de “Argentina LNG”. Marín había adelantado que mantenía negociaciones con las principales “majors” del sector, las cuales son ExxonMobil, Chevron, Shell y TotalEnergies, luego de los rumores sobre una potencial salida de la malasia Petronas.
En la industria explican que el MOU es solo un primer paso para iniciar las conversaciones, por lo que no habrá una obligación de compra de GNL o de inversión en alguna de las etapas del proyecto. Sí es necesario para que la parte interesada esté al tanto de los detalles antes de tomar una decisión final.
YPF ya definió que la locación del proyecto será en Punta Colorada, Río Negro. Pero ahora debe conseguir compradores de los 80 millones de metros cúbicos diarios previstos (poco más de la mitad de todo lo que se produce hoy en la Argentina) y socios, entre los que también habrá petroleras locales, para después salir a buscar financiamiento de bancos internacionales. En una primera etapa se instalarán barcazas de licuefacción, luego se deberá avanzar en la construcción de gasoductos, la planta y otras obras. Se necesitan entre USD 20.000 y USD 30.000 millones.
Es en ese marco que Marín se encontraba hoy en Turquía, luego de reunirse esta semana con empresas en Hungría, Alemania e Italia, llegará mañana al país y en los próximos días viajará a Japón. Antes había estado en la India. Según pudo saber Infobae, hay una gran empresa coreana que está interesada como una futura compradora o socia de “Argentina LNG”.
La segunda semana de noviembre será una fecha clave. YPF y Petronas deben realizar una inversión conjunta de USD 200 millones para encargar la construcción de los barcos de GNL y el diseño de la ingeniería del proyecto. En el sector hablan de que compiten para ese trabajo Samsung (Corea), Technichs (Italia) y Engineering (China). La firma de Malasia tiene hasta ese momento para definir si aporta esos fondos y continúa como socia de la petrolera argentina.
Con todo, Marín sostiene que la Argentina tiene la posibilidad de exportar USD 30.000 millones anuales entre petróleo y GNL por el desarrollo de Vaca Muerta desde 2031. Sería una oportunidad única para el país de tener un “nuevo campo”, ya que el ingreso de dólares sería equivalente al que deja por año el sector agropecuario.