El reciente descubrimiento del megayacimiento de gas natural Sirius-2 en Colombia, ubicado a 77 kilómetros de Santa Marta en el mar Caribe, ha generado expectativas significativas en el sector energético. Este hallazgo, liderado por el consorcio entre Ecopetrol y Petrobras, podría incrementar las reservas de gas del país en un 200%, pasando de 2,3 a más de 6 terapies cúbicos, lo que garantizaría la autosuficiencia energética de Colombia durante las próximas dos décadas.
Sin embargo, a pesar de su potencial, la explotación de este yacimiento enfrenta desafíos. La producción no se espera antes de 2029, y actualmente, las operaciones están suspendidas debido a una orden judicial que exige consultas previas con las comunidades pesqueras locales, preocupadas por posibles afectaciones a su actividad.
Este escenario subraya la necesidad de equilibrar el desarrollo de proyectos energéticos con la protección de los derechos de las comunidades locales y la preservación del medio ambiente. Además, destaca la importancia de planificar soluciones a corto plazo para el suministro energético, considerando que el gas de Sirius-2 no estará disponible inmediatamente.
Así se dio el descubrimiento de este yacimiento en Colombia
El hallazgo fue producto de una exploración conjunta entre Petrobras (operador del bloque con 44,44% de participación) y Ecopetrol (con 55,56%) en el bloque Tayrona. La perforación del pozo Sirius-2 se realizó en una zona de aguas profundas, a aproximadamente 2.400 metros de profundidad, confirmando la presencia de una importante reserva de gas.
La exploración en este bloque ya había dado señales positivas con el descubrimiento previo del pozo Uchuva-1 en 2022, lo que llevó a una mayor inversión en la zona para verificar su potencial.