En el 2022, como parte de la lucha contra el cambio climático, la Unión Europea se marcó como objetivo reducir sus emisiones de gases efecto invernadero entre un 80 % y 95 % para el año 2050.
Para cumplir este compromiso en el contexto de descarbonización, el gas natural juega un rol fundamental, por eso, para mediados del año 2022 el Parlamento Europeo decidió denominar al gas natural como una fuente de energía verde, confirmando a este energético como un aliado del continente para avanzar hacia la transición energética y la carbono neutralidad.
Además de su alta disponibilidad, sus beneficios ambientales se traducen en: reducción de hasta 99 % de material particulado fino, 70 % de reducción en dióxidos de nitrógeno y entre un 30 % y 50 % menos de emisiones de dióxido de carbono.
A estos beneficios se suman las ventajas económicas que aporta a sectores que son clave para la transición energética como el transporte. Aquí su ahorro es del 50 % frente a la gasolina y 30 % frente al diésel.
Mark Radka, jefe de la Subdivisión de Energía y Clima del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente indica que “el gas natural es un combustible más limpio en el sentido de que su combustión produce menos contaminantes convencionales del aire, como dióxido de azufre y material particulado, en comparación con la combustión de carbón o petróleo”. Al mismo tiempo que aseguró que las fugas de metano son costosas por lo que, desde una perspectiva económica, las empresas tienen interés en reducirlas.
Si bien las energías renovables son el futuro y estarán presentes en la descarbonización, Radka también manifestó que “el gas sí cumple un rol especial en la transición energética como respaldo inmediato a un sistema de energía basado en energías renovables, puesto que las calderas de gas se pueden encender casi instantáneamente, mientras que la puesta en marcha de una planta de energía a base de carbón lleva mucho más tiempo”.
Por otra parte, en América Latina y el Caribe se enfrentan varios retos relacionados con la calidad del aire, a medida que crecen las ciudades y se extiende la población urbana. Aunque en el 2022 las cifras de concentraciones de material particulado cayeron en Argentina, Brasil, Colombia y Costa Rica por cuenta de la cuarentena obligatoria, posteriormente comenzaron a aumentar por los constantes usos de la quema de leña para calentar y cocinar en las ciudades regionales de bajos ingresos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, casi toda la población mundial (99 %) respira un aire que supera sus límites de calidad. Para el 2022 más de 6.000 ciudades en 117 países, aumentaron la mala calidad de su aire en casi seis veces. Los más expuestos son los habitantes de los países de ingresos bajos y medios.
Esta organización ha expuesto que el material particulado es capaz de penetrar profundamente en los pulmones y entrar en el torrente sanguíneo, causando impactos cardiovasculares, cerebrovasculares y respiratorios. Las pruebas de que estas partículas afectan a los órganos y causan otras enfermedades son cada vez más relevantes.
Del mismo modo, el dióxido de nitrógeno se asocia a enfermedades respiratorias, sobre todo al asma, lo que provoca síntomas respiratorios como tos o dificultad para respirar, ingresos hospitalarios y visitas a los servicios de urgencias.
Todos estos problemas solo ponen en evidencia la importancia de acelerar la transición energética a sistemas más limpios, es aquí donde el gas natural es esencial, recordemos que disminuye en 99 % las emisiones de material particulado (el que se produce por la combustión de los vehículos) y en 70 % el dióxido de nitrógeno (causante de las lluvias ácidas).
Algunas de las medidas que sugiere la Organización de las Naciones Unidas para mejorar la calidad del aire son:
- Apoyar la transición al uso exclusivo de energía limpia en los hogares para cocinar, calentar y alumbrar.
- Construir sistemas de transporte público seguros y asequibles, así como redes para peatones y ciclistas.
- Aplicar normas más estrictas sobre las emisiones y la eficiencia de los vehículos, y hacer obligatorias las inspecciones y el mantenimiento.
- Mejorar la gestión de los residuos industriales y municipales
- Reducir la incineración de residuos agrícolas, los incendios forestales y determinadas actividades agroforestales (por ejemplo, la producción de carbón vegetal).
Cinco de sus nueve propuestas se llevarían a cabo con el uso de gas natural y biogás por lo beneficios ambientes, en salud y económicos que ofrecen, mencionados anteriormente.
Para muchos la calidad del aire resulta ser un tema ajeno, pero realmente tendría que ser tratado con muchísima más propiedad, pues las acciones humanas diarias contribuyen a que el aire que respiramos mejore o empeore.
¡Esto es lo que puedes hacer para aportar!
Ser conscientes de la importancia de la transición energética.
- Apostar por la movilidad sostenible. Si tienes auto conviértelo a energéticos limpios como el gas natural.
- Cierra la llave del gas cuando no lo estes usando en casa y ahorra.
- ¿Sabías que es obligatoria hacer revisión periódica de tu servicio de gas natural? Revisa tu factura, allí se indica cuándo debes hacerlo para evitar incidentes como fugas de gas.
- Comparte esta información con más personas y genera consciencia sobre la transición energética.