Aunque los resultados de Ecopetrol para 2023, según la empresa, fueron los segundos más altos de su historia, registraron una preocupante caída en sus utilidades e ingresos. Las primeras llegaron a 19,1 billones de pesos, 42 % menos que el año anterior; mientras que en ingresos la cifra fue de 143,1 billones de pesos, una reducción de 10,2 %.
Según la compañía, varios factores explicaron esa caída. Por una parte, los menores precios del crudo: en 2022, el promedio fue de 99 dólares por barril, en tanto que en 2023, el valor llegó a 82 dólares. Por otra parte, la empresa sintió el impacto de la reforma tributaria, que aumentó los impuestos a la industria extractiva y alcanzó a aplicar la no deducibilidad de las regalías, antes de que la Corte Constitucional la declarara inexequible. Además, las altas tasas de interés golpearon los resultados por unos mayores costos financieros.
Ricardo Roa, presidente de la compañía, destacó en la entrega de los resultados que la empresa alcanzó la cifra más alta de producción de petróleo y gas de los últimos ocho años, con 737.000 barriles diarios, y llegó a una carga récord de refinación de 420.000 barriles. Asimismo, informó que las inversiones de la empresa ascendieron a 27 billones de pesos, las más altas en ocho años.
También resaltó la presencia de Ecopetrol en Estados Unidos, en el campo Permian, con una operación de fracking que aportó el 9 % de la producción total. En exploración, la tasa de éxito fue del 50 %, calificada por la empresa como superior al estándar de la industria, que se ubica entre 30 y 38 %.
Ecopetrol es clave en las cuentas del país. Sus ingresos equivalen al 9 % del PIB nacional, mientras que sus transferencias a la Nación en 2023, según la empresa, fueron las más altas de la historia de la petrolera, con 58 billones de pesos entre dividendos, impuestos y regalías, recursos que equivalen al 11 % del Presupuesto General de la Nación.
Sin embargo, la preocupación en las cifras de Ecopetrol continuó porque en el primer trimestre de este año los resultados mantuvieron la tendencia a la caída: en ese periodo, sus utilidades netas cayeron 29 %, al pasar de 5,6 billones de pesos en los tres primeros meses de 2023 a 4 billones entre enero y marzo de este año, al tiempo que sus ingresos tuvieron una contracción del 19,4 % y se situaron en 31,3 billones de pesos, frente a los 38 billones del año pasado en esos meses.
Roa explicó que el impacto en el primer trimestre se dio por factores exógenos, como una revaluación del peso colombiano, efectos inflacionarios, aumento en los costos de la energía, el impacto del fenómeno de El Niño y menores precios de los productos refinados.
La caída en los resultados llega en un momento crítico para el sector, con la reducción de las reservas de petróleo y gas, que por segundo año consecutivo disminuyeron, amenazando la autosuficiencia energética del país en un contexto de mayor demanda y declinación natural de los campos maduros.
A ello se suma un déficit anunciado por la petrolera en materia de gas para 2025, que llevaría a su importación. A partir del año entrante, se estima que la demanda de gas superará la producción local en cerca de 8 %, y el déficit será mayor al 50 % en 2027. Las esperanzas están puestas en los yacimientos costa afuera.
Todo ello con la decisión del Gobierno de mantener la negativa a nuevos contratos petroleros y cerrando de nuevo la puerta a la posibilidad de desarrollar fracking en Colombia, tras el hundimiento del proyecto de ley que se tramitaba en el Congreso y que buscaba su prohibición. Además, con las expectativas de aumentar la producción a un millón de barriles diarios, como lo anunció el ministro de Hacienda.
Un reciente informe de Corficolombiana señaló que la producción de petróleo en el país va en aumento y en abril llegó a los 790.000 barriles diarios, la cifra más alta desde la pandemia, pero su crecimiento no ha sido homogéneo, y de 342 campos activos en el país, dos explican casi el 65 % de la producción, mientras que 54 % registran reducción.
Además, el estudio indica que cada vez se produce petróleo en menos yacimientos: mientras que en 2019 se extraía crudo en 417 campos, en lo que va de 2024 esta cifra se ha reducido a 342. Pese a la recuperación, la producción de petróleo no ha llegado a los niveles observados antes de la pandemia. Hoy, se tiene una producción de 92.000 barriles diarios menos que los registros en 2019 y de 204.000 barriles diarios menos que los reportados en 2015.
En materia de gas, Roa anunció, en el congreso de Andesco, el plan de choque para garantizar el suministro. Por el lado de la producción, se busca acelerar los proyectos off shore para que a partir de 2029 ingrese el gas de descubrimientos como Uchuva, Gorgón y Glaucus, así como conectar otros campos que hoy están sin conexión. Y, por el frente de la importación, Ecopetrol insiste en la posibilidad de traer gas de Venezuela. Roa señaló que “se ha identificado que en una ventana de tiempo de entre 10 y 14 meses podría estar el gasoducto en disposición física”. Ante la incertidumbre generada por las sanciones de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos al sector de petróleo y gas de Venezuela, Roa dijo que próximamente estaría en condiciones de anunciar los avances para que se dé una flexibilización en la medida.
Ecopetrol anunció su interés en alternativas de recibo, almacenamiento y regasificación de gas natural licuado y aseguró que más de una decena de compañías han manifestado interés. Se estima que en el segundo semestre de este año se adelante la contratación de estos servicios.
Las preocupaciones frente a Ecopetrol pasan por varios frentes. En materia de producción, la pregunta es cómo llegar al millón de barriles sin nuevos contratos de exploración y con la concentración en pocos pozos. Además de descartar la posibilidad del fracking sin haber hecho las pruebas piloto.
Por otro lado, está el ingreso, el ingreso al negocio de energía eléctrica. Ecopetrol estaría dispuesta a comprar y desarrollar proyectos eólicos y solares para vender esa generación al mercado. Sin embargo, hoy no podría hacerlo por restricciones en la ley, porque en su portafolio tiene a ISA y las normas no permiten la integración de estos dos segmentos. La empresa está evaluando salidas jurídicas.