Doctora Murgas, el gobierno insiste en su política de no firmar nuevos contratos de exploración de hidrocarburos (las reservas han caído 50% en los últimos 10 años) y de ir marchitando el parque térmico para generar electricidad, a la vez que anuncia la importación de gas de Venezuela. ¿Qué implica para el país no solo perder la autosuficiencia sino la soberanía energética?
Para conservar la soberanía energética es necesario contemplar todas las opciones viables de fuentes de suministro de gas natural, incluyendo opciones de interconexión regional, infraestructura de regasificación, proyectos costa-afuera y en áreas continentales. Para esto, es imprescindible una correcta articulación entre la industria y el Gobierno nacional. La colaboración y el compromiso de todas las partes involucradas son esenciales para garantizar un ambiente propicio que fomente el desarrollo y la sostenibilidad de la industria del gas natural en Colombia, la cual desempeña un papel vital en la vida de los ciudadanos.
Para lograr este objetivo y lograr viabilizar todos los proyectos que continúen dando la autosuficiencia energética es imperativo que el Gobierno, los reguladores y la industria trabajen de manera coordinada en beneficio de los millones de usuarios que dependen de esta fuente energética, asegurando su confiabilidad y abastecimiento.
Colombia no puede perder la autosuficiencia y la soberanía energética que ha construido durante varias décadas, ahí es donde debe estar el foco del sector empresarial y público.
Es importante recordar que el gas natural tiene una reconocida trayectoria en Colombia por ser el energético que ha impulsado una verdadera revolución social, impactando de manera positiva a todas las comunidades del territorio, tanto en zonas rurales como urbanas. Su acceso democratizado ha elevado la calidad de vida de 36 millones de colombianos, cerrando brechas de género y de desigualdad.
Ecopetrol dice que a finales del año el país tendrá un déficit de 170 millones de pies cúbicos diarios de gas (17% del de la demanda). ¿Cuáles son las propuestas de Naturgas para enfrentar ese faltante?
Sin duda, la industria continuará trabajando para garantizar la seguridad energética de nuestro país. Por eso, desde Naturgas consideramos que es necesario construir lo que hemos denominado Plan Integral de Seguridad Energética (PISE), una ruta que tiene por objetivo priorizar y dar agilidad a la exploración y al desarrollo de los descubrimientos para garantizar el abastecimiento, incluso en momentos críticos como pueden ser contingencias y fenómenos como El Niño, los cuales pueden poner en riesgo la seguridad energética.
Es por esto que este año, mantener y fortalecer la soberanía energética debe ser un punto principal, por lo que será clave desarrollar y poner máximo empeño en los descubrimientos de gas natural costa afuera de manera articulada con el Gobierno en temas como licencias, consultas previas e inversiones que permitan acelerar e incrementar la producción. Este plan incluye el incremento de la oferta local de gas más la habilitación de todas las fuentes de suministro como respaldo.
El PISE tiene dos prioridades: La primera se enfoca en explorar y desarrollar el potencial de reservas de gas natural costa afuera con resultados en el corto y mediano plazo, considerando que el gas natural ubicado allí no va a entrar antes de 2027, pero algunos de los hallazgos realizados en el Piedemonte Llanero y la Costa Atlántica deben ser desarrollados para incrementar la oferta de gas local.
La segunda prioridad es habilitar todas las fuentes de suministro externas, como alternativas de interconexión regional e infraestructura de regasificación, entre otras, las cuales pueden ayudar a responder al desafío de mantener seguridad energética y confiabilidad en el servicio.
El objetivo de este plan es garantizar el suministro de gas natural, mantener la confiabilidad y satisfacer las necesidades de la demanda.
¿Cómo impactaría en las tarifas de los usuarios el que el faltante de oferta se cubra con gas importado?
En Colombia podemos considerar el acceso a diversas fuentes de suministro de gas natural externas, pero es muy importante aclarar que estas deben ser viables tanto en lo jurídico, como en lo económico y operativo con el fin de no generar ninguna dependencia para el país.
Sin embargo, es necesario atender diversos retos en materia de infraestructura para viabilizar el acceso a estas nuevas fuentes, como alternativas de interconexión regional y el desarrollo de la infraestructura de regasificación, entre otras, las cuales pueden ayudar a responder al desafío de mantener seguridad energética y confiabilidad en el servicio para hogares, industrias y comercios en todo el país.
El gas importado puede ser una opción viable, pero el desarrollo y puesta en marcha de toda la infraestructura toma tiempo. Asimismo, teniendo en cuenta la capacidad adicional de la planta regasificadora de Cartagena, si bien es una opción que puede servir al sistema, además de respaldar contratos para plantas térmicas pueden surgir costos asociados al transporte, lo que podría repercutir en la factura final.
Es importante destacar que esta planta sería un complemento a las fuentes locales de suministro de gas natural que podemos explorar y puede ir de la mano con el desarrollo de los proyectos de gas natural en el país para asegurar el abastecimiento del energético en el territorio nacional.
De cualquier forma, es ideal depender solo de la producción local y acelerar los proyectos de recursos que ya fueron localizados y hay certeza de su existencia, pues eso evitará depender de los precios del mercado spot, que pueden fluctuar en función de las dinámicas del mercado.
¿Qué implicaciones tiene para el sector del gas natural mantener a la CREG en estado de inoperancia por falta del nombrar los comisionados en propiedad?
Es de vital importancia completar los seis comisionados de la CREG. Desde Naturgas hemos hecho un llamado al ministro Camacho para que al interior de la entidad se pueda tener en cuenta a funcionarios que cumplen con todos los requisitos, que están alejados de cualquier inclinación política, con un perfil muy técnico y que, además, tienen una larga trayectoria y bastante experiencia en la entidad. Sería un buen mensaje poder promover a esos funcionarios como comisionados.
Debemos partir de tener los funcionarios en propiedad, pues las curvas de aprendizaje en la interinidad (por tres meses) no va a generar valor debido al tecnicismo de los asuntos que deben ser manejados.
Con esta política en contra del sector minero energético, ¿qué le piden los empresarios del gas natural al Gobierno?
Hemos reiterado en la necesidad de articular el sector privado con el Gobierno nacional para conservar nuestra soberanía energética; adicionalmente, es de imperiosa necesidad enfocarnos en los recursos que ya han sido descubiertos y en los cuales tenemos certeza para poder ejecutar proyectos y llegar a etapa comercial.
Teniendo en cuenta esto, en línea con el PISE, la Agencia Nacional de Hidrocarburos ya tiene identificados proyectos que pueden incorporar reservas probadas y capacidad de producción de gas en muy corto plazo, 2025 o 2026.
A corto plazo, en 2024 y 2025, la ejecución de pozos exploratorios en Atlántico y Magdalena, que pueden aportar de 10 a 40 millones de pies cúbicos día. Asimismo, ejecutar el proyecto de ampliación de la infraestructura de transporte de gas natural que permita llevar excedentes desde la Costa Atlántica al interior del país, incluso de fuentes como la planta de regasificación de Cartagena, SPEC.
A mediano plazo, entre 2026 y 2028, avanzar en la ejecución de pozos exploratorios, principalmente en la costa Atlántica, con un potencial de producción de más de 60 millones de pies cúbicos día.
Del 8 al 12 de abril se realizará la semana Arpel – Naturgas en Cartagena, ¿por qué se da esta alianza entre estas asociaciones?, ¿cuáles son las expectativas?
Es un evento sin precedentes, pues esta será la primera vez que en una misma semana vamos a hablar de la transición energética desde el punto de vista de los recursos disponibles de Latinoamérica y el Caribe. El evento será la unión de la séptima edición del congreso de Arpel, la Asociación Regional de Empresas de Energía de Latinoamérica y el Caribe, con la edición 26 del Congreso Naturgas.
La expectativa es muy grande, pues durante los cinco días hablaremos sobre cómo los minerales, los proyectos, el petróleo y todos los energéticos disponibles van a aportar a la transición. Para esto se analizará desde la óptica pública y empresarial en qué se está trabajando y en qué inversiones y decisiones se está haciendo énfasis para garantizar la política energética y acelerarla y, por supuesto, el rol del gas natural y de los gases renovables como aliados de la transición energética.
¿Cuáles serán los principales temas de la semana Arpel – Naturgas y qué expertos internacionales participarán?
La transición energética con base en los recursos disponibles, no solo en Colombia sino en la región y en el mundo, será el eje principal de todas las conversaciones. Habrá una unión no solo de una perspectiva colombiana y regional, sino también global con expertos de Europa, de Estados Unidos y Canadá.
Como siempre, tendremos la participación de comunidades. Por primera vez vamos a llevar a cabo una conversación de líderes comunitarios indígenas y sociales desde Canadá hasta Suramérica. Tendremos líderes de varios países como Chile y Perú, y un diálogo legislativo para poder hablar sobre los trámites que actualmente cursan en el Congreso.
Además, también por primera vez vamos a tener una visión de los magistrados de las altas cortes para hablar sobre el equilibrio de poderes. Contaremos con la presencial de magistrados del Consejo de Estado, de la Corte Constitucional y de la JEP.
Vamos a tener una declaración de los gobernadores de la costa Atlántica en torno al apalancamiento de proyectos costa afuera; el director ejecutivo de la Organización de Ministros de Energía de Latinoamérica y el mundo, así como organismos internacionales de energía. También sumaremos a los líderes y presidentes de toda la cadena de valor del gas natural de Colombia y la región para un diálogo que nos permita impulsar las transiciones energéticas justas en nuestros países.