La estatal argentina YPF SA está negociando con dos importantes empresas petroleras y algunos de los mayores compradores de Asia y Europa contratos a largo plazo de venta de gas natural licuado (GNL).
El presidente del directorio y CEO de YPF, Horacio Marín, y los principales directivos han estado viajando para reunirse con funcionarios de India, Italia, Alemania, Hungría y otros países para presentar un complejo flotante de GNL de US$10.000 millones que se encuentra en fase de planificación. Dos gigantes del sector también se han comprometido, adelantó Marín durante una entrevista en las oficinas de Bloomberg en Houston, aunque no quiso identificarlos.
“Mi objetivo para el año que viene es firmar acuerdos para vender grandes cantidades”, declaró Marín. “Hay mucho interés. Diferentes países se han acercado a nosotros”.
Marín, ex tenista profesional que consideró la dirección de la petrolera estatal argentina en diciembre, tiene prevista una reunión en Corea del Sur la próxima semana y también planea cortar a compradores japoneses . Señaló que no está interesado en reservar capacidad de producción de GNL para las llamadas ventas spot, una estrategia que muchos productores emplean para aprovechar la volatilidad de los precios a corto plazo.
Este ingeniero químico de 61 años ha dado nueva vida a las ambiciones de YPF en materia de GNL, que en gran medida languidecieron después de que sus predecesores las anunciaran hace dos años. Señaló que su objetivo es presentar a los directores una decisión formal de inversión durante el cuarto trimestre de 2025.
El GNL es gas superenfriado que se carga en buques cisterna para su distribución a mercados de todo el mundo. Su importancia en el panorama energético mundial ha crecido desde que la invasión rusa de Ucrania en 2022 perturbó las relaciones comerciales entre algunas de las mayores economías del mundo, provocando una frenética carrera en búsqueda de suministros alternativos de gas.
“La gente quiere seguridad energética”, afirmó Marín. “Por eso los países no quieren comprar de una sola fuente, aunque sea más competitiva o esté más cerca que nosotros. Quieren tener un portafolio y Argentina debe aprovecharlo”.
A mayor escala, los esfuerzos de Marín se producen en un momento en que las reformas económicas y regulatorias del presidente argentino, Javier Milei, facilitan la extracción de crudo y gas de la formación de Vaca Muerta, en la Patagonia, después de una serie de falsas esperanzas. La producción diaria de todas las petroleras en Vaca Muerta alcanzó el equivalente a unos 900.000 barriles en julio.
Bajo la dirección de Marín, YPF ha puesto todas sus fichas en Vaca Muerta y se ha deshecho de una serie de líneas de negocios y yacimientos que están envejeciendo y fuera del shale oil. Hasta ahora, la empresa ha negociado acuerdos para desprenderse de unos 30 de los 50 yacimientos convencionales que quiere abandonar.
La empresa también está tomando medidas para reducir costos y aumentar la eficiencia. Con este fin, YPF construirá un centro de control centralizado de esquisto situado en Buenos Aires para supervisar las operaciones en los yacimientos alejados, adelantó Marín. Se espera que estas medidas comiencen a generar flujo de caja libre en 2026.
“Nos estamos centrando en generar valor no solo para el gobierno, sino para todos los accionistas”, indicó Marín. “Como CEO, tengo que invertir donde pueda obtener más rentabilidad”.