La transición energética es un proceso de vital importancia para Colombia que no tiene vuelta atrás y que se ha convertido en una de las principales apuestas de compañías como Ecopetrol que, entre sus metas, le apunta a que los negocios de bajas emisiones lleguen a representar entre el 30 y el 50 por ciento de su EBITDA.
Con lo anterior, la ejecutiva aclara que la estrategia de Ecopetrol no busca la sustitución de fuentes energéticas sino la adición de nuevas fuentes. “Al entender eso, también es claro el poder ofrecer un portafolio diversificado, acorde con el contexto de país que somos, en el que estamos y con una transición en la que como colombianos estamos participando, liderando y empujando”.
En esa línea, según Copete, las principales metas de la compañía son convertirse en una organización más grande, desde el punto de vista de generación de EBITDA pues, de los 8 o 9 que son en la actualidad, aspiran a llegar a unos US$14 billones en el 2040, un crecimiento que debe ser impulsado por el mantenimiento del negocio de hidrocarburos, pero acompañado de una descarbonización de operaciones. “Ese crecimiento futuro viene de poder incubar, desarrollar y poner en marcha los negocios de bajas emisiones”, anota.
A lo anterior también su suman otros objetivos como el de la reducción del 55 por ciento de las emisiones de metano al 2030 y ser carbono neutral –alcance 1 y 2– al 2050; incorporar 1.000 MW al 2030 en energías renovables, de las cuales 900 deben estar al 2025.