De acuerdo a un estudio privado, este año se observa una gran heterogeneidad productiva en cuanto a los sectores que traccionarán la economía. El rol del mercado externo con un mercado interno deprimido por la caída del consumo derivado de la caída del poder adquisitivo, los sectores exportadores parecen ser los únicos que crecerán este año y traccionarán la economía.
Según las estimaciones para este año del informe de perspectivas sectoriales de la consultora ABECEB, terminarán este año con números en verde los sectores destinados al mercado externo: molienda de soja (+44,7%), la producción agrícola (+7,6%), la producción de agroquímicos (+8,5%), la venta de fertilizantes (+5,9%), la producción de petróleo (+8,0%), la de gas (+5,6%) y las exportaciones de servicios basados en conocimiento (+12,5%).
En cambio, el semáforo cambia al rojo para el resto del conglomerado productivo: la producción de electrónica de consumo (-51,3%), la de aparatos de uso doméstico (-31,7%), la automotriz (-24,1%), construcción (-19,8%), producción siderúrgica (-19,6%), venta de maquinaria agrícola (11,7%) y la producción industrial (-11,4%).
La producción de electrónica de consumo caería 51,3% este año (Imagen Ilustrativa Infobae)
Este comportamiento heterogéneo se refleja en las distintas regiones: en el interior, hay provincias que se desarrollan de la mano de estos sectores dinámicos y en el AMBA y otras ciudades como Córdoba y Rosario, la recuperación será lenta y demorará hasta mediados de 2025.
“Si bien muchos sectores no logran saldar lo perdido, el escenario se vuelve positivo y el semáforo se pone en verde para el año que viene”, aseguran desde la consultora.
Por ejemplo, en 2025 la producción de electrónica de consumo crecerá 29,7%, la de aparatos de uso doméstico, 22,9%; la venta de maquinaria agrícola, 14,4%; la construcción, 13,6%; la siderúrgica, 13; y la automotriz, 12,2%.
Aunque este año el PBI caería 3,2% en 2024, según el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, Cepal y BBVA, siendo el único país de la región junto a Haití que verá una contracción económica; Abeceb indica que el año que viene se producirá una mejora de 4,6%.
Esta proyección vendría acompañada de una recuperación del 4,5% en el consumo, luego de caer 4,9% promedio este año. “Esto obedece a que los salarios comienzan a recuperar poder adquisitivo, la aparición del crédito y una mayor estabilidad de los precios que permiten administrar los gastos”, asegura el informe.
Por otra parte, la inversión reflejaría una caída en torno al 20% para este año, rebotando parcialmente hacia 2025 y en el segundo semestre aceleraría notablemente su ritmo, incentivada por el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), por el cambio de ciclo y fundamentalmente, si se concreta la eliminación del cepo.
“Las exportaciones sostendrían el crecimiento durante el año que viene, aunque a un ritmo más moderado, con datos positivos del lado energético, pero con distintos desafíos desde las de origen industrial”, señala Abeceb.
“Otro factor positivo es que el gobierno continúa acelerando la agenda de simplificación que mejora la competitividad de las empresas con la normalización, facilitación y simplificación para reducir costos administrativos – financieros y mayor competencia y la baja de impuesto país que pasó del 17,5% al 7,5% para bienes y logística”, agrega.
Cómo viene la actividad
Por lo pronto, del Índice Coincidente de Actividad Económica de Argentina (ICA-ARG) de las Bolsas de Comercio de Rosario (BCR) y Santa Fe (BCSF), que analiza el ciclo económico del país en tiempo real, registró en julio su cuarta variación mensual positiva consecutiva con un 0,4%. Sin embargo, la recuperación muestra signos de moderación.
El informe revela que, a pesar de que los últimos cuatro meses (abril-julio) se observaron mejoras en la actividad, no se logra compensar la caída del primer trimestre, resultando en una merma del 1% en comparación con diciembre de 2023. Además, la comparación interanual sigue en terreno negativo, con un descenso del 48% en julio en relación al mismo mes del año pasado.
En cuanto a sectores específicos, la agricultura, que había mostrado signos de recuperación tras la histórica sequía de la campaña 2022/23, enfrentó en julio una caída del 7,3% debido a problemas productivos en el cultivo de maíz tardío.
La producción industrial, aunque sigue en recesión, muestra señales de moderación en su caída, con una variación mensual de -0,1% y una tasa interanual de -12,9%.
Por su parte, la actividad de la construcción continuó su recuperación con un incremento mensual del 5,4% en julio, a pesar de ser uno de los sectores más afectados por la recesión.
Las importaciones totales de bienes, que habían contribuido negativamente en meses anteriores, mostraron una recuperación del 3,4% en julio, aunque la comparación interanual sigue siendo negativa con una caída del 26,2%.
“Todavía queda camino por recorrer hasta avizorar de manera más concluyente la instalación de una fase expansiva de la actividad”, afirman.