Es difícil imaginar nuestra vida sin gas natural, un recurso esencial que ha transformado la manera en que cocinamos, nos calentamos y generamos energía en Colombia y el mundo. Pero … ¿qué pasaría si este recurso desapareciera de un día para otro? Reflexionemos sobre cómo esto podría cambiar nuestra vida diaria, la economía y el medio ambiente.
El primer impacto se sentiría en nuestros hogares. Más de 36 millones de colombianos dependen del gas natural para cocinar sus alimentos. Sin este recurso, muchas personas se verían obligadas a recurrir a combustibles como la leña o el carbón, que no solo son más costosos, sino también altamente contaminantes. Cocinar se convertiría en una tarea menos segura e incluso perjudicial para la salud, debido a la emisión de los humos tóxicos que generan estos materiales y que, en los lugares donde sí se utilizan, ubicados en su mayoría en zonas rurales, afectan principalmente a mujeres y niños.
El gas natural vehicular (GNV), por su lado, ha revolucionado la movilidad sostenible, permitiendo que miles de vehículos reduzcan sus emisiones contaminantes. Sin gas natural, muchas ciudades enfrentarían un aumento en el uso de combustibles más contaminantes como la gasolina o el diésel. Esto no solo incrementaría los niveles de material particulado y óxidos de nitrógeno en el aire, sino que afectaría nuestra salud y calidad de vida.
El gas natural es esencial para los hogares, el transporte y la industria. Empresas de sectores como el textil, el alimentario y el cementero dependen de este recurso para operar de manera eficiente y sostenible. Un mundo sin gas natural pondría en riesgo miles de empleos, aumentaría los costos de producción y afectaría el bolsillo de los consumidores.
Aunque pueda parecer contradictorio, un mundo sin gas natural podría ser más contaminante. Este recurso juega un papel crucial en la transición hacia energías más limpias, ya que emite entre un 30% y un 50% menos de dióxido de carbono (CO2) que otros combustibles fósiles. Sin él, dependeríamos aún más de fuentes altamente contaminantes, lo que dificultaría la lucha contra el cambio climático.
Este recurso natural es mucho más que una fuente de energía. El gas natural es un aliado en la construcción de un futuro más limpio, sostenible y equitativo. En Colombia, este recurso ha mejorado la calidad de vida de millones de personas, reduciendo la pobreza energética y promoviendo el desarrollo social y económico.