Colombia tendrá un nuevo subsidio otorgado por el Gobierno Nacional. Se trata de una iniciativa que ya fue aprobada por el Congreso de la República y que solo le resta la firma por parte del presidente Gustavo Petro.
La nueva ley, de autoría de la representante a la Cámara Carolina Arbeláez, beneficiará a un millón y medio de familias que se les dificultaba el pago de un costoso servicio esencial en sus lugares de residencia.
Así mismo, favorecerá a los propietarios de nuevas viviendas de interés social (VIS) y prioritario (VIP), así como a quienes accedan al programa de mejoramiento de vivienda que ofrece el Gobierno colombiano.
Nuevo subsidio del Gobierno Nacional
Este subsidio financiará 70 % del valor de la conexión e instalación interna del servicio de gas natural en los estratos bajos (1 y 2). El 30 % restante podrá pagarse a cuotas con entidades financieras o de forma directa.
La Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgas) indicó que los mencionados estratos debían asumir entre $ 1,5 y $2 millones para pagar la conexión e instalación del gas natural, lo que representaba una barrera para el acceso al servicio.
Esta ley no solo transformará la vida de 1,5 millones de familias que aún dependen de la leña para cocinar, también les permitirá contar con un ambiente más saludable y una vivienda digna.
Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas
Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), 1’560.000 hogares colombianos, que representan 8,7 % de la población del país, utilizan leña para cocinar, lo cual cambiaría con este nuevo subsidio.
“Este es un paso fundamental para consolidar una transición energética justa para todos los colombianos, cerrar brechas de desigualdad y superar la pobreza energética”, manifestó la presidenta de Naturgas. Según cifras del Ministerio de Minas y Energía, el servicio de gas natural alcanzó 413.243 nuevos usuarios residenciales conectados al cierre de 2023.
Estudios de la Agencia Internacional de Energía (IEA) evidencian que una de cada tres personas, principalmente en las regiones más pobres del mundo, carecen de acceso a instalaciones de cocina limpias, lo que repercute en millones de muertes anuales por cuenta de la inhalación de humo de fogatas abiertas o estufas de leña.