La Administración de Información Energética de EE. UU. (EIA) ha publicado su Perspectiva Energética a Corto Plazo, revelando que se prevé una ligera disminución en la producción nacional de gas natural en 2024, mientras que se espera que el consumo alcance un máximo histórico. Las proyecciones de la EIA indican que la producción de gas seco disminuirá desde el pico de 2023 de 103,8 mil millones de pies cúbicos por día (bcfd) a 103,5 bcfd en 2024, marcando la primera caída de producción desde que la pandemia de COVID-19 interrumpió la demanda en 2020. Esta reducción esperada en la producción se atribuye a que varios productores redujeron las actividades de perforación debido a los precios spot mensuales promedio más bajos del gas en el punto de referencia Henry Hub desde marzo, que se situó en un mínimo de 32 años.
Por el contrario, se proyecta que el consumo nacional de gas aumente de 89,1 bcfd en 2023 a 90,1 bcfd en 2024, continuando una tendencia de crecimiento por cuarto año consecutivo, una secuencia no vista desde 2016. Las últimas cifras de la EIA para 2024 son una revisión al alza de su pronóstico anterior de septiembre, que estimaba un suministro de 103,4 bcfd y un consumo de 89,9 bcfd.
De cara a 2025, la EIA pronostica una recuperación en la producción hasta 104,6 bcfd, con un consumo que se espera que vuelva al nivel de 2023 de 89,1 bcfd. Además, se prevé que las exportaciones de gas natural licuado (GNL) de EE. UU. aumenten desde un récord de 11,9 bcfd en 2023 a 12,1 bcfd en 2024 y luego a 13,8 bcfd en 2025.
También se proyecta que la producción de carbón disminuya significativamente, con la EIA anticipando una caída de 577,5 millones de toneladas cortas en 2023 a 510,0 millones de toneladas en 2024, lo que sería el nivel más bajo desde 1964. Se espera que la tendencia a la baja continúe hasta 2025, con una producción estimada que caerá aún más a 484,6 millones de toneladas, alcanzando un nivel no visto desde 1963. Esta disminución se debe en gran parte al desplazamiento de las plantas de carbón por fuentes de energía de gas y renovables.
Asimismo, la EIA espera que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de combustibles fósiles disminuyan de 4.791 millones de toneladas métricas en 2023 a 4.777 millones de toneladas métricas en 2024, a medida que disminuye el uso de petróleo y carbón. Sin embargo, se proyecta que las emisiones aumenten ligeramente a 4.794 millones de toneladas métricas en 2025 debido a un repunte en el uso de petróleo y carbón. Estas proyecciones se comparan con los 4.584 millones de toneladas métricas de emisiones de carbono registradas en 2020, que fue el nivel más bajo desde 1983, durante la caída de la demanda de energía inducida por la pandemia.
Reuters contribuyó a este artículo.
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