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El nuevo World Energy Outlook (WEO), informe de referencia en el sector energético editado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), acaba de publicarse hace unos días. Y este año vemos algo sin precedentes. Tras años impulsando una narrativa basada en la transición energética y en los esfuerzos por reducir la contaminación, este año ha adoptado una política mucho más conservadora (menos optimista), centrada en la seguridad energética y poniendo el foco en los combustibles fósiles como elemento central del sistema energético mundial.
Más combustibles fósiles
La AIE ha puesto nombre a esta nueva etapa: la “Era de la Electricidad”, en la que el crecimiento esperado de la demanda eléctrica se sitúa entre el 40 % y el 50 % desde hoy hasta 2035. Con este incremento, a quien piense que va a estar protagonizado por las energías renovables le digo cariñosamente: “bájense del burro, por favor”. Según la AIE, tres cuartas partes de este incremento vendrán del gas, el petróleo y el carbón. La inteligencia artificial, los centros de datos y la climatización tienen la culpa. Que nuestra vida sea más cómoda tiene un precio.
Otro de los puntos clave del informe es la seguridad energética, el nuevo mantra en la política energética mundial. ¿Las razones por las que este concepto es ahora la “panacea”? Geopolítica, geopolítica y más geopolítica. Las sanciones rusas, la dependencia de China en minerales críticos y la irrupción de Trump en la Administración estadounidense son algunos de los focos de atención remarcados por la AIE. El retorno del magnate americano ha puesto en su sitio a la AIE: una institución nacida hace 70 años para proteger el suministro de petróleo, no para ser la punta de lanza de una transición verde que no existe.
Por un sistema seguro
En definitiva, la AIE parece haberse despertado del sueño de un futuro próximo libre de petróleo. La narrativa evidencia una verdad muy incómoda: la institución que lideraba el discurso “verde” ahora se retracta, volviendo a su objetivo inicial, el que motivó su nacimiento: procurar un sistema energético fiable, barato y al alcance de todos.
Fuente: elperiodicodelaenergia








