Colombia, al igual que muchos otros países en desarrollo, enfrenta el desafío de reducir la pobreza y mejorar las condiciones de vida de su población. En esta lucha, el gas natural ha surgido como una fuente de energía clave que desempeña un papel fundamental en la transformación socioeconómica del país.
En este blog, exploraremos cómo el gas natural ayuda a reducir la pobreza en Colombia y los beneficios que ofrece para mejorar la calidad de vida de la población.
- Acceso a energía confiable:
Uno de los obstáculos que enfrentan las comunidades pobres en Colombia es la falta de acceso a una fuente confiable de energía. El gas natural ofrece una solución a este problema, ya que puede ser distribuido de manera eficiente a través de una red de tuberías, garantizando un suministro de energía constante y confiable a hogares, escuelas y centros de salud en áreas rurales y urbanas. Al proporcionar acceso a una fuente de energía confiable, el gas natural permite que las comunidades puedan mejorar su calidad de vida, acceder a servicios básicos y desarrollar actividades económicas productivas.
- Desarrollo económico:
El gas natural también impulsa el desarrollo económico en Colombia, lo que contribuye directamente a la reducción de la pobreza. La disponibilidad de esta fuente de energía a precios competitivos fomenta la inversión en sectores clave como la industria, la manufactura y la agricultura. Además, esto genera empleo y oportunidades económicas para la población local, lo que a su vez reduce la dependencia de la economía informal y el trabajo precario. La creación de empleo y la generación de ingresos sostenibles son elementos fundamentales para reducir la pobreza y promover el progreso social.
- Reducción de costos energéticos:
El gas natural es una alternativa más económica en comparación con otras fuentes de energía, como el petróleo o el carbón. Al ser utilizado para la generación de electricidad, calefacción y cocina, permite reducir los costos energéticos tanto para hogares como para empresas. Esta reducción de costos beneficia especialmente a las comunidades de bajos ingresos, ya que les permite destinar una mayor parte de sus recursos a otras necesidades básicas como: educación, salud y alimentación. Al aliviar la carga financiera de los hogares, ayuda a mejorar la calidad de vida y a reducir la pobreza energética.
- Impacto ambiental positivo:
Además de sus beneficios socioeconómicos, el gas natural también tiene un impacto ambiental favorable en comparación con otras fuentes de energía fósil. Es una opción más limpia y menos contaminante, lo que contribuye a la preservación del medio ambiente y a la mitigación del cambio climático. Esto es especialmente relevante para las comunidades más vulnerables, que suelen ser las más afectadas por los impactos negativos de la contaminación. El uso de gas natural como una alternativa más limpia y sostenible ayuda a garantizar un entorno más saludable y seguro para la población.
Roberto Ángulo, economista y socio de Inclusión SAS indica que para 2021, 5.4 millones de personas en Colombia vivían en hogares que cocinaban con leña, carbón y desechos. Señala que esta conducta no es exclusiva de hogares pobres en zonas rurales, sino que las personas en hogares vulnerables, es decir aquellas que acaban de salir de la pobreza, también cocinan con carbón y desechos. Muchos de ellos tienen que pagar por la leña, por la que deben caminar bastante tiempo para ir a recogerla, elevando el tiempo en actividades del hogar no remuneradas (actividades usualmente llevadas a cabo por mujeres). Por eso, cuando el gas natural se conecta, se obtiene un efecto virtuoso, porque genera mejoras en todas estas dimensiones, además de liberar aproximadamente un monto de $60.000 pesos por hogar, de acuerdo al estudio realizado para Naturgas.
En conclusión, podríamos decir que no explorar nuevos recursos de gas natural es no garantizar la entrada de este servicio a los hogares, por tanto, significa más o igual pobreza para los colombianos.