En una entrevista reciente con CNBC, Alan Armstrong, CEO de Williams Companies, una de las operadoras de gasoductos más grandes de Estados Unidos, destacó la importancia del gas natural para satisfacer la creciente demanda de electricidad por parte de los centros de datos y, por ende, mantener la competitividad del país en la carrera por la inteligencia artificial (IA).
“La única manera en que vamos a poder mantenernos al día con la demanda de energía y la electrificación que ya está en marcha es el gas natural. Si nos negamos eso, nos quedaremos atrás en la carrera de la IA”, afirmó Armstrong.
Una red crucial para un sector en expansión
Williams Companies maneja aproximadamente un tercio del gas natural en Estados Unidos a través de una red de más de 48.000 kilómetros de gasoductos. Entre ellos se encuentra el Transcontinental Pipeline, o Transco, que con sus 16.000 kilómetros de longitud es una arteria crucial que sirve prácticamente a toda la costa este del país, incluyendo Virginia, el centro de datos más grande del mundo, y mercados en rápido crecimiento en el sudeste, como Georgia.
El sector tecnológico ha experimentado una expansión significativa de los centros de datos para soportar la IA y la adopción de vehículos eléctricos. Según un informe reciente de la firma de consultoría energética Rystad, se proyecta que esta expansión añadirá 290 teravatios-hora de demanda de electricidad para finales de la década en el país. Este crecimiento de la demanda equivale al consumo total de electricidad de Turquía, la decimoctava economía más grande del mundo.
Un reto para la infraestructura energética
Ejecutivos de las mayores empresas eléctricas del país han advertido que no satisfacer esta demanda creciente de electricidad no solo pondrá en riesgo la revolución de la IA, sino también el crecimiento económico en general en Estados Unidos. El papel del gas natural en satisfacer esa demanda genera controversia, ya que el país también está tratando de transitar hacia una economía de energía limpia mediante la rápida expansión de fuentes renovables.
“Vamos a chocar contra un muro aquí y muy pronto, si no tenemos suficiente energía disponible para hacer lo que queremos en el lado de la IA”, advirtió Armstrong. “Veo esto como un gran problema de seguridad nacional. Vamos a tener que dejar de ponernos obstáculos a nosotros mismos o accidentalmente impediremos que seamos la potencia que podemos ser en el espacio de la inteligencia artificial”, añadió.
Respuestas y estrategias
Algunos de los desarrolladores independientes más grandes de centros de datos, que construyen la infraestructura que alberga servidores para otras compañías, se han acercado a Williams para recibir capacidad de gas natural directamente de sus gasoductos.
“Esos grupos que han tenido su marca completamente verde han venido a nosotros y nos han dicho: ‘Tenemos que trabajar con ustedes. Nos hemos quedado sin alternativas, no podemos satisfacer las necesidades de nuestros clientes sin usar gas natural’”, dijo Armstrong.
Williams proyecta un aumento del 18% en la demanda de gas natural de 2023 hasta el final de la década en todas las fuentes de consumo, incluidas la generación de energía y el gas natural licuado, comentó Armstrong. La capacidad del gasoducto de la empresa está actualmente agotada, incluyendo el vital gasoducto Transco. Para abordar esta demanda creciente, la empresa está expandiendo la capacidad de Transco en 3,100 millones de pies cúbicos por día, un aumento del 15% en capacidad contratada a largo plazo que se pondrá en línea en los próximos años.
Las investigaciones de Goldman Sachs estiman que se necesitan inversiones de USD 7.4 mil millones en gasoductos para satisfacer el crecimiento de la demanda de centros de datos hasta 2030, siendo Williams y Kinder Morgan las empresas mejor posicionadas para beneficiarse.
“La demanda ha aumentado un 56% desde 2005, mientras que la capacidad interestatal ha aumentado solo un 26% y el almacenamiento un 4%”, explicó Armstrong en la llamada de resultados del primer trimestre de la compañía. La acción de Williams ha alcanzado repetidamente máximos de 52 semanas recientemente, con un aumento del 17% en los últimos tres meses y del 26% desde el comienzo del año.