En los últimos años, la exploración de gas natural en Colombia ha adquirido una relevancia creciente debido a su potencial para impulsar el desarrollo energético del país. El gas natural es una fuente de energía de baja contaminación y versátil que desempeña un papel fundamental en la transición hacia una matriz energética sostenible.
Colombia cuenta con importantes reservas de gas natural que aún no han sido completamente desarrolladas. Según datos de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, el país registró 2,82 terapies cúbicos de reservas probadas de gas natural para diciembre del año 2022, y se estima que existen aún mayores cantidades de gas por descubrir en áreas aún inexploradas.
La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) de Colombia desempeña un papel fundamental en la promoción de la actividad exploratoria. Mediante la implementación de políticas y regulaciones claras, fomenta la competencia y atrae la participación de empresas nacionales e internacionales interesadas en invertir en la exploración de gas natural en el país.
Pese a la riqueza de Colombia en recursos como el gas natural, la actividad exploratoria se encuentra en el centro del debate debido a los objetivos climáticos del país y del mundo. Aunque el gas natural es un hidrocarburo, tiene muchas salidas para continuar aportando a la seguridad energética, al abastecimiento y a la descarbonización:
- Es el combustible fósil con menor impacto medioambiental de todos los utilizados, tanto en su etapa de extracción, elaboración y transporte, como en la fase de uso.
- A partir del gas natural podemos obtener biogás, un energético relevante por su capacidad de integrar la economía circular en la generación de energía renovable, además de ser versátil y poder emplearse en movilidad, generación eléctrica y sistemas de calor, entre otros.
- De los yacimientos de gas natural se puede extraer hidrógeno, una alternativa de energía renovable que se considera clave para la transición energética por sus aportes a la reducción de agentes contaminantes a la atmósfera.
- En cuanto a movilidad, el gas natural vehicular es una excelente opción para reducir el material particulado fino, uno de los principales elementos causantes de las enfermedades respiratorias en el mundo. El GNV reduce en 99 % estas partículas contaminantes.
- Respecto a la calidad del aire, sus beneficios ambientales se traducen en: reducción de hasta 99 % de material particulado fino, 70 % de reducción en dióxidos de nitrógeno y entre un 30 % y 50 % menos de emisiones de dióxido de carbono.
Diversificación de la matriz energética
El gas natural desempeña un papel crucial en la diversificación de la matriz energética de Colombia. Actualmente, el país depende en gran medida de fuentes de energía no renovables como el petróleo y el carbón. Al promover la exploración de gas natural, Colombia puede reducir su dependencia de estas fuentes y avanzar hacia una matriz energética más equilibrada y sostenible.
La exploración de gas natural ofrece oportunidades significativas para el desarrollo económico y regional. La inversión en exploración genera empleo, impulsa la cadena de suministro local y promueve el crecimiento de otros sectores relacionados. Además, los ingresos derivados de la producción de gas natural pueden ser destinados a programas sociales, educativos y de infraestructura, beneficiando a las comunidades locales y contribuyendo a la reducción de la pobreza.
Mantener una actividad exploratoria robusta y un suministro interno de gas natural fortalece la seguridad energética de Colombia al reducir la dependencia de las importaciones de gas natural.
Lecciones que dejan grandes aprendizajes para Colombia
Europa:
El resultado de varios años de decisiones en las que se ignoraron los beneficios del gas natural en el contexto de transición energética y el poder brindado a Rusia de convertirse en el principal proveedor de gas a Europa, se reflejó en las tensiones políticas, los elevados precios internacionales del gas y las necesidades de volver a utilizar recursos de altas emisiones como la leña o el carbón. Todo esto evidenció errores que el continente cometió al acelerar su proceso de transición dejando de lado soportes clave para la seguridad energética, como el gas natural.
Sin embargo, viendo la necesidad de no excluir al gas natural de la matriz energética europea, el Parlamento Europeo aprobó en junio de 2022 la llamada taxonomía verde, una propuesta cuyo propósito es incluir al gas natural en la lista de actividades económicas ambientales sostenibles para asegurar su participación en todos los sectores, garantizando que es un energético menos contaminante que brinda confiabilidad y seguridad al sistema.
Argentina:
Argentina perdió su soberanía energética en la década de 2010 cuando se redujo su producción de hidrocarburos convencionales, algo que los expertos atribuyen a la falta de inversión en exploración. Paralelamente, desde hace una década, se habla sobre el potencial de Vaca Muerta, una gigante formación de roca hallada bajo el suelo patagónico que está repleta de hidrocarburos, pero, a pesar de contar con estas riquezas, lleva años importando combustible para sostener su matriz energética la cual utiliza principalmente gas.
De hecho, Argentina cada vez gasta más en estas importaciones que representan una pesada mochila para un país fuertemente endeudado que atraviesa una profunda crisis económica, con una inflación que supera el 110% anual.
Hoy, con la construcción de un nuevo gasoducto de 600km en Vaca Muerta, se revive la esperanza de superar la crisis, porque le permitirá volver a autoabastecerse de su propio gas, eliminando uno de sus principales gastos comerciales: la importación de este combustible.
Chile:
Carlos Cortés, director de la Asociación de Gas Natural de Chile asegura que “contrario a lo que sucede en Colombia, país que posee unas reservas probadas de gas natural que dan para 7,2 años y con yacimientos prospectivos para 90 años, en Chile este energético es un lujo ya que más del 75 % que se consume en la nación austral se importa. Y solo hay una pequeña producción local que no supera el 15 % de la oferta, la cual está en plena declinación”.
Importar el gas natural de los mercados internacionales a este país, genera costos adicionales, por lo que la penetración en los hogares es baja, dificultando la evolución en mejor calidad de vida, descarbonización del transporte y mejoras en la salud de la ciudadanía que se expone a cocinar y preparar alimentos con insumos contaminantes.
Adicionalmente, el Centro Regional de Estudios de Energía realizó un análisis, De Ucrania a Perto Wilchez, en el que se estudia principalmente la crisis europea y los errores en los que Colombia no debería incurrir.
“Hay que acelerar y expandir la actividad exploratoria para mantener la autosuficiencia. El gas natural es vital en las familias colombianas y en el desarrollo de las actividades económicas. Hay que seguir expandiendo la actividad en las áreas que todavía no han sido asignadas, pero que presentan un potencial de reservas de gas natural que puede servir para mantener la autosuficiencia energética en el largo plazo, no depender del gas de otro país”, aseguró Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas en su Congreso, reafirmando que, como ha demostrado la experiencia de otros países, es un recurso que no deberíamos desaprovechar.