El gas natural es un energético ampliamente utilizado en todo el mundo como fuente de energía para la generación de electricidad, calefacción y transporte, pero lo que muchos no saben, es que también es un componente clave para garantizar la seguridad alimentaria mundial.
Conoce en este blog por qué.
En primer lugar, el gas natural es fundamental para la producción de fertilizantes, su uso es trascendental en la fabricación de urea y amoniaco, componentes principales de estos abonos que son esenciales en los cultivos de alimentos. De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía “el amoníaco es el punto de partida para todos los fertilizantes nitrogenados minerales, y la mitad del amoníaco se convierte en urea, el producto fertilizante nitrogenado más común utilizado. En todo el mundo, el amoníaco se produce casi exclusivamente a partir de gas natural y se consume alrededor de 170.000 millones de metros cúbicos (el 4 % del consumo mundial de gas)”.
Además, el uso de fertilizantes a base de gas natural ha permitido un aumento significativo en la producción de alimentos en todo el mundo, lo que ha contribuido a reducir el hambre y la malnutrición.
En segundo lugar, el gas natural también es importante para la cadena de suministro de los alimentos. Los alimentos deben transportarse desde las zonas de producción, hasta los mercados y los consumidores, y allí el GNV desempeña un rol importante, al igual que en la generación de electricidad utilizada para la refrigeración de alimentos en tránsito.
En tercer lugar, el biogás también es una gran respuesta para la conservación de los alimentos, la FAO lo ha utilizado en su proyecto INVESTA para promover el uso de sistemas de refrigeración de leche en Tanzania, “allí se pierde entre el 30 % y el 40 % de la leche, por falta de energía. Los sistemas de refrigeración de leche alimentados por digestores de biogás logran que la cadena de valor de los productos lácteos sea más eficiente y sostenible, ya que la leche puede conservarse durante más tiempo y por lo tanto se puede utilizar o vender en un período más prolongado. La tecnología de biogás puede enfriar dos latas de leche de hasta 5 litros cada una”.
Pero, para ser más claros, ¿qué es la seguridad alimentaria, exactamente?
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación, la seguridad alimentaria existe cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico, social y económico a alimentos suficientes que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y sus preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana.
Lo anterior se logra cuando se cumplen cuatro dimensiones primordiales:
- Existe disponibilidad física de los alimentos.
- Hay acceso económico y físico a los alimentos.
- Los alimentos se utilizan correctamente.
- Hay estabilidad en el tiempo de las tres dimensiones anteriores.
Frente a la responsabilidad de responder efectivamente a la seguridad alimentaria, Naturgas ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que Colombia pueda aprovechar el gas natural que tiene el país en pro de la autosuficiencia en la producción de fertilizantes, contribuyendo al cumplimiento del objetivo de hambre cero de la ONU.
“El mundo necesita acciones concretas. No solo para reducir las brechas de desigualdad y pobreza, sino también para acabar con el hambre en millones de hogares que se ven afectados por el alto precio y la escasez de alimentos ante la baja producción de fertilizantes. Por esta razón, desde la industria del gas natural en Colombia estamos dispuestos a dar el primer paso para producir estos insumos a nivel nacional; una labor que nos ayudará a liderar la lucha contra el hambre”, asegura la presidenta de Naturgas, Luz Stella Murgas.
Colombia cuenta con una autosuficiencia de gas natural capaz de garantizar la confiabilidad y disponibilidad del energético en los hogares e industrias.
En conclusión, el gas natural es un componente clave para garantizar la seguridad alimentaria del mundo. Es fundamental para la producción de fertilizantes, la cadena de suministro de alimentos y el suministro de agua para la agricultura. Sin el gas natural, la producción y distribución de alimentos sería mucho más difícil y costosa, lo que podría tener graves consecuencias para la seguridad alimentaria mundial.