Parecen poderosas naves espaciales que flotan sobre las olas del mar del norte colombiano. Magníficos armazones que resisten el oleaje del trópico, mientras cumplen su silenciosa y volátil labor: tratar de extraer el gas natural latente de las profundidades del océano de Macondo.
En estas plataformas de exploración de gas off-shore puede estar el futuro de la transición energética de Colombia. Lo confirma Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas, en declaraciones a la prensa. “El potencial de gas natural que tenemos en el Caribe puede darnos tranquilidad y seguridad energética por varias décadas e, incluso, convertirnos en exportadores de gas”, señaló.
Son proyectos que operan y desarrollan compañías como Petrobras, Shell y Ecopetrol y hoy, a casi 10 años del primer descubrimiento en costa afuera, están en proceso de desarrollo. “En nuestros balances –declaró la presidenta de Naturgas–, la primera producción de gas natural offshore, si somos capaces de que la licencia ambiental y las consultas previas se cierren en los tiempos que tenemos previstos, va a entrar en 2028”.
El proyecto más cercano es Uchuva (de Petrobras y Ecopetrol), en donde para este 2024 se tiene previsto perforar dos pozos exploratorios adicionales. El primer descubrimiento en esta área se dio en el 2022 con el pozo Uchuva-1, y hoy se encuentra en etapa de perforación Uchuva-2, para delimitar el tamaño y el volumen del yacimiento.
De acuerdo con Naturgas, también se perforará un nuevo pozo (Buena Suerte), mientras que para el año 2025 Ecopetrol y Petrobras aprobaron inversiones para sondear dos pozos adicionales: Uchuva-3 y el pozo delimitador del prospecto Buena Suerte, si resulta ser exitoso.
La previsión de éxito de esta exploración está lejos de ser, literalmente, gaseosa. De acuerdo con el Informe de Tendencias y Perspectivas de Inversión en Exploración y Producción de Hidrocarburos 2023-2024, de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), se espera que, en 2024, se inicie la perforación de al menos 17 pozos con objetivo de gas, concentrando el 82% de la actividad en las cuencas de la región caribe (Valle Inferior del Magdalena (VIM), Sinú-San Jacinto (SSJN), Costa afuera (OFF) y Cesar-Ranchería.
Según el informe, la actividad costa fuera en el país se ha venido desarrollando desde los años 40, con aportes de diferentes actores de talla mundial, los cuales, mediante la perforación de más de 70 pozos al día de hoy lograron poner en producción un campo de gas (Chuchupa), probando la existencia de dos provincias gasíferas de alto potencial en la costa caribe colombiana que han reportado “cerca de 3 terapiés cúbicos en recursos contingentes y apuntando a la confirmación de una tercera”.
“Los resultados que esperamos ver en el corto-mediano plazo han sido producto del trabajo acumulado de más de 20 años desde que se firmaron los contratos, hoy en cabeza de empresas operadoras lideres a nivel mundial, las cuales están invirtiendo recursos muy significativos para la puesta en marcha de estos proyectos bajo los más altos estándares tecnológicos y de responsabilidad socio-ambiental”, señala el reporte.
Según la ACP, Colombia es optimista gracias a sus recursos gasíferos costa afuera, los cuales pueden garantizar prosperidad y desarrollo a través de uno de los energéticos de la transición. Y es que no es para menos dicho optimismo, pues, a mediados del año pasado, las compañías Shell y Petrobras, en asocio con la estatal Ecopetrol, anunciaron importantes hallazgos en Gorgon 2 y Uchuva 1, hecho que respalda la oportunidad dorada que se encuentra en el caribe colombiano.
“Los potenciales recursos de gas natural costa afuera están tomando cada vez más relevancia para la seguridad energética y la transición energética justa. Para que esto sea realidad es indispensable trabajar, de manera conjunta, en el desarrollo de mecanismos regulatorios que permitan que este gas sea competitivo para todos los colombianos. De igual forma, debemos promover el desarrollo de infraestructura de transporte, tan necesaria para conectar a todo el territorio nacional. La confiabilidad del sistema es clave”, afirma Ana Duque, presidenta de Shell en Colombia, Centroamérica y el Caribe Hispano.
El optimismo crece aún más cuando se piensa en el potencial existente en la zona, ya que, según los expertos, este podría garantizar la autosuficiencia energética del país. Si bien desde Ecopetrol se afirma que el recurso en la región es amplio en los distintos bloques y matiza que las cifras “se irán acotando a medida que se avance con las perforaciones de delimitación”, actores como Promigas y Acipet señalan que se podrían, incluso, alcanzar los 30 terapiés cúbicos (TPC).
La entidad advierte, sin embargo, que para alcanzar el objetivo de entrar oportunamente a etapa de producción, “se requieren mediadas regulatorias habilitantes en cuanto a aspectos comerciales y operativos, así como del despliegue de infraestructura en mar y tierra”. Finalmente, la ACP recomienda modificar “la regulación en términos contractuales y mecanismos de mercado que se ajusten a los perfiles y condiciones de producción de los volúmenes costa afuera” y priorizar “las actualizaciones sistemáticas del Plan de Masificación de Gas natural sobre la conexión en tierra de los gasoductos marinos y el desarrollo de la infraestructura de transporte asociada”.