Barcelona ha puesto en marcha la primera red urbana en Europa que permitirá aprovechar el frío residual en el proceso de regasificación como fuente de energía sostenible y alimentará a edificios públicos, como oficinas de la Generalitat o la Fira de Barcelona. La red, que se ha inaugurado este lunes en la planta de Enagás del Puerto de Barcelona, también aportará energía al futuro barrio de la Marina del Prat Vermell y se está estudiando que llegue hasta Mercabarna con el objetivo de que sirva para las cámaras frigoríficas de conservación de alimentos frescos y congelados.
A partir de una colaboración pública privada, el Ayuntamiento de Barcelona, Veolia y Enagás, la red promueve la descarbonización y genera 131 GWh al año de energía sostenible, baja en carbono y competitiva. Además, es una iniciativa que evita la emisión de 32.000 toneladas de CO₂ al año, una cifra equivalente a 110 vuelos de ida y vuelta de larga distancia entre la capital catalana y Nueva York.
Para ello, han trabajado en “una solución pionera de recuperación de frío residual” con la cual se aprovecha el agua del mar que se utiliza en el proceso de regasificación. Hasta ahora, el gas natural licuado (GNL) llegaba a la terminal gracias a un barco en estado líquido a menos 160 grados. A partir de aquí, se utilizaba agua de mar para transformarlo en gas natural a temperatura ambiente y, posteriormente, se desechaba.
Gracias al proyecto, este último paso cambia y el frío residual se recupera y se inyecta a menos 20 grados a la red de refrigeración urbana. A continuación, a través de un ‘frioducto’ de 4,5 kilómetros, se distribuye para abastecer de energía baja en carbono a la zona sur de Barcelona y parte de Hospitalet de Llobregat.
Acuerdo de intenciones con Mercabarna
Veolia y Mercabarna han aprovechado la puesta en marcha de la red para firmar un acuerdo de intenciones. De esta manera, el mercado mayorista de alimentación de Barcelona -y uno de los principales de Europa-, podría beneficiarse del frío residual recuperado en sus siete pabellones del mercado de frutas y hortalizas, la nave del mercado del pescado y varias empresas de actividades complementarias del sector alimentario.
Asimismo, la compañía francesa también ha firmado un acuerdo con Enagás para desarrollar oportunidades de negocio conjuntamente y replicar la solución de recuperación, distribución y comercialización de frío en otras terminales de GNL. “Vamos a conquistar Europa”, ha dicho la CEO de Veolia, Estelle Brachlianoff.
Lucha contra el cambio climático
Durante la inauguración, la teniente de alcaldía del Ayuntamiento, Laia Bonet, ha resaltado la “importancia” que tiene un proyecto como este en un contexto en el que está más que claro que existe el cambio climático. “Es un proyecto que tiene todo el sentido, hoy más que nunca”, ha insistido, recordando que a pesar de estar en sequía, hace unas semanas hubo alerta roja por lluvias torrenciales. “Estamos poniendo la innovación al servicio de unas ciudades más sostenibles y resilientes”, ha continuado Bonet, para finalizar con que la crisis climática es un reto “que debemos transformar en generación de nuevas oportunidades”.
Por su parte, el consejero delegado de Enagás, Arturo González, ha destacado que es un proyecto que ya está en marcha y por el cual su empresa ha construido una caja de frío de 15 MW. Veolia, por otro lado, se ha encargado de hacer el ‘frioducto’ de 4,5 kilómetros necesario para transportar la engería. La CEO de la compañía francesa ha destacado que la red “transforma lo que nadie quiere” y garantiza el precio durante los próximos 10 o 20 años.