Bogotá, noviembre 14 de 2025 – Con la participación de autoridades del Gobierno Nacional, reguladores, congresistas, expertos internacionales y académicos, concluyó en Bogotá la cuarta edición del Foro Regulatorio Internacional, organizado por la Asociación Colombiana de Gas Natural (NATURGAS), organizado con la Universidad Externado de Colombia, y el apoyo de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH). A lo largo de la jornada, los panelistas coincidieron en que Colombia necesita una política regulatoria moderna que garantice el gas natural para todos los usuarios.
Inició con un llamado urgente, liderado por la presidenta de Naturgas, Luz Stella Murgas para acelerar las regulaciones que permitan la exploración de nuevos proyectos, clave para fortalecer la soberanía energética. Hoy, alrededor del 20% del gas que consume el país es importado y cerca de 8,4 millones de colombianos aún viven en pobreza energética, mientras que campos como Sirius podrían suministrar hasta el 45% del gas que requiere Colombia y ayudaría a cerrar estas brechas. Además, reiteró que el problema del país no es de recursos, sino de decisiones.
Por su parte, los expertos invitados coincidieron en que el gas natural representa cerca del 30% del consumo del sector energético y fue descrito como un motor de transformación económica y social. En este sentido, se resaltó que la exploración sostenible es una obligación para la transición energética, por lo que producir nuestro propio gas significa cuidar el bolsillo de los hogares, proteger a la industria, garantizar energía disponible, confiable y con menores emisiones.
En materia de equidad, se presentaron análisis que muestran los costos de decisiones apresuradas. Durante su intervención, Juan Benavides, investigador de Fedesarrollo, afirmó que el valor presente de sustituir la cocción a gas por estufas de inducción eléctrica en todos los hogares asciende a COP $18,27 billones. Además, cambiar subsidios de gas por subsidios a la electricidad en los estratos más bajos exigiría adicionar cerca de COP $0,74 billones por año. El mensaje fue que la transición debe ser responsable con el clima, pero también con las finanzas públicas y el bolsillo de los usuarios.
La calidad regulatoria fue uno de los ejes protagónicos. Los panelistas coincidieron en que una regulación técnicamente sólida, predecible y adaptable es un verdadero pilar de un sector energético confiable. Entre los elementos de una regulación de calidad se destacaron la transparencia y la predictibilidad, la evaluación de impacto y las decisiones basadas en evidencia, con procesos de consulta pública robustos.
El foro también abordó el papel de la inteligencia artificial en la regulación económica, su potencial para mejorar el análisis de datos y la supervisión, y los retos éticos asociados. En el panel sobre gobernanza institucional y en la conversación sobre la agenda energética del Congreso, se insistió en que la regulación debe ir de la mano de la política pública para tomar las mejores decisiones posibles.
El cierre de la agenda académica estuvo a cargo de Rafael Fajardo, Vicepresidente de Operaciones, Regalías y Participaciones de la ANH, quien destacó los avances en la construcción de la Hoja de Ruta de la Transición Energética, un proceso que integra al gas natural como energético relevante para el país, y recalcó la importancia del trabajo articulado entre el Gobierno Nacional, los entes reguladores y la industria, para alcanzar los objetivos trazados en esta.




