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Hoy los híbridos tienen un arancel del 5 %. El Gobierno busca devolverlos a la tarifa general que oscila entre el 15 % y el 35 % según la categoría.
En octubre de 2024, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo puso en consulta pública un borrador de decreto con el que busca modificar el régimen de importación de vehículos de movilidad sostenible y derogar el Decreto 1116 de 2017, que estableció un arancel preferencial para fomentar tecnologías más eficientes. La norma vigente hasta hoy permite importar híbridos con un gravamen del 5 % y eléctricos con un contingente exento de arancel hasta 2027, lo que ha sido clave para dinamizar el mercado y cumplir con compromisos ambientales internacionales como el Acuerdo de París.
El nuevo borrador plantea mantener el arancel cero para los vehículos totalmente eléctricos y del 5 % para los de gas natural, pero elimina el beneficio a los híbridos, devolviéndolos a la tarifa general que oscila entre el 15 % y el 35 % según la categoría. Según la cartera, estos vehículos “no contribuyen significativamente a la reducción de emisiones contaminantes, al ahorro en el consumo de combustibles fósiles, ni a una mayor eficiencia energética”.
La propuesta llega en un momento particular para el mercado automotor colombiano. Los híbridos y eléctricos llevan más de cuatro años con un crecimiento exponencial en sus ventas, impulsando ambos segmentos y multiplicando la oferta de marcas y modelos. Sin embargo, son los híbridos los que concentran la mayor demanda: al corte de agosto de 2025 ya se habían matriculado cerca de 40.000 unidades, frente a poco más de 10.000 eléctricos, una proporción de 4 a 1.
Entre los modelos más vendidos se destacan la Toyota Corolla Cross híbrida, con 6.385 unidades, y la camioneta BYD Yuan Up, líder en eléctricos con casi 3.000 ejemplares. En total, de los más de 150.000 carros nuevos vendidos en el país en lo corrido del año, 50.000 corresponden a híbridos y eléctricos, es decir, más del 35% del mercado.
Un retroceso en términos de movilidad sostenible
En este contexto, un análisis técnico elaborado por el Grupo de Investigación en Energías, Materiales y Ambiente (GEMA) de la Universidad de La Sabana cuestiona la conveniencia de eliminar el incentivo. “El argumento del Ministerio de que los híbridos no reducen emisiones ni consumo de combustible no se sostiene frente a los datos disponibles”, señalan Danny de Jesús Illera Perozo, PhD, y Daniel Robayo Rueda, MSc, autores del estudio.
El documento recuerda que tanto los híbridos convencionales (HEV) como los enchufables (PHEV) logran ahorros significativos frente a los de combustión. “Estamos hablando de mejoras de hasta un 90 % en eficiencia de combustible respecto a un carro convencional”, explican los investigadores. En ciudades como Bogotá o Medellín, caracterizadas por su tráfico denso, “estos vehículos pueden operar gran parte del trayecto en modo eléctrico, reduciendo consumo y emisiones de manera notable”.
El análisis incorpora además una visión de ciclo de vida. “Aunque en la fabricación los híbridos generan algo más de emisiones por sus baterías, durante la operación compensan ampliamente. Un PHEV puede reducir hasta un 30 % las emisiones de CO₂ en comparación con un vehículo de combustión interna a lo largo de su vida útil”, destacan Illera y Robayo.
Fuente: ElTiempo