El Proyecto de Ley de Hidrógeno, que había logrado ser aprobada en la Cámara de Representantes, fue archivado en el Senado este miércoles. A pesar del optimismo de los ponentes y los involucrados en el proyecto, la presión que hay en el Congreso para la aprobación de grandes reformas apretó los tiempos.
Vale la pena destacar que este proyecto llevaba cerca de dos años de trabajo entre empresas del sector, Gobierno y congresistas para generar un documento que incorporara los cambios y mejoras que se necesitaban para promover este energético.
Karen Peralta, directora de la Cámara de Hidrógeno Andi – Naturgas, señaló que el principal factor que jugó en contra del proyecto fue el tiempo, en vista de los distintos proyectos que se estaban gestionando en el Congreso al tiempo.
A esto se sumó que una vez en el Senado, el Ministerio de Minas y Energía pidió una serie de ajustes que apretó aún más los tiempos.
No obstante, Mónica Gasca, presidente de Hidrógeno Colombia, dijo que se están alistando con una nueva estrategia para revivir el proyecto la siguiente legislatura. Señaló que este resultado no es una muestra de desacuerdo o diferencias con respecto al documento sino meramente del tiempo.
Gasca explicó que algunos de los cambios que se pidieron desde la cartera estaban algunas aclaraciones sobre algunas definiciones, en especial para el caso de las diferencias entre los distintos tipos de hidrógeno, como el verde y el azul.
El documento nació en la Cámara de Representantes como una iniciativa del congresista Nicolás Barguil, y generaba entre otras una serie de incentivos para las variantes más limpias de este vector energético, no solo para el hidrógeno sino para otros productos derivados como el amoniaco y otros combustibles sintéticos derivados.
El documento tramitado y aprobado en Cámara de Representantes contemplaba cambios y ajustes como la reglamentación del hidrógeno que estaría a cargo del Ministerio de Minas y Energía, incluyendo aspectos de la cadena productiva como especificaciones técnicas, seguridad y trazabilidad.
Así mismo señalaba que se generarían programas de incentivos económicos progresivos para la industria nacional que contribuyan al desarrollo del ecosistema del hidrógeno. Estos incentivos estarán basados en el impacto de abatimiento de gases de efecto invernadero.
De acuerdo con Gasca esto es muy relevante, puesto que la ley 2099, que contenía algunas disposiciones en este sentido, no contemplaba algunas formas derivadas como los combustibles sintéticos, que serán fundamentales para algunos usos.
Así mismo buscaba fortalecer la cooperación internacional para el desarrollo del ecosistema del hidrógeno, canalizando recursos y programas de financiamiento a los distintos agentes de la cadena de valor.
Un punto relevante que destaca la líder de Hidrógeno Colombia es que se establecían las condiciones para el blending o mezcla de hidrógeno con gas natural en las redes actuales. De hecho, señalaba que la cartera del sector debía generar “las condiciones que fomenten la inyección de hidrógeno de cero y bajas emisiones en la infraestructura existente de gas natural, de al menos un 5% respecto del volumen total comercializado o distribuido para el 2030”.
Otro de los puntos que establecía esta normatividad está relacionado con los mecanismos de financiación destinados a impulsar el desarrollo de la producción y consumo de hidrógeno en Colombia.
Estos mecanismos buscan fomentar la inversión en tecnologías limpias y en proyectos relacionados con el ecosistema del hidrógeno. Algunos de estos eran el Fondo de Energías No Convencionales y Gestión Eficiente de la Energía (Fenoge), Fondo Único de Soluciones Energéticas (Fonenergía), líneas de crédito específicas, incentivos económicos transferibles o participación en programas de financiamiento internacional.
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Estos mecanismos de financiación se complementarían con otras medidas de apoyo gubernamental y políticas de incentivos económicos con el fin de promover la inversión en el sector del hidrógeno.
Tanto la Cámara de Hidrógeno Andi – Naturgas como Hidrógeno Colombia esperan que en la próxima legislatura se vuelva a presentar el proyecto de ley.
Para la próxima ocasión, explicó Gasca, el objetivo es iniciar su debate en el Senado, donde la discusión podría ser más larga y compleja y terminar en la Cámara, donde nació el proyecto y ya fue aprobado previamente. De esta forma, los tiempos alcanzarían a dar para que al cierre de la legislatura esté aprobado.