La Inteligencia Artificial (IA) es la revolución más importante de los últimos tiempos. Con su potencialidad analítica, no escapa ningún campo en la vida humana donde la IA no pueda aplicarse
El pasado viernes la Universidad Venezolana de los Hidrocarburos (UVH), realizó el simposio “Inteligencia Artificial: herramienta de impulso en la transformación del sector hidrocarburos venezolanos”.
Es importante hoy para la educación y sus instituciones considerar el impacto de esta tecnología en la industria petrolera.
Este evento académico nos motiva a continuar en el estudio y consideración sobre esta nueva revolución industrial 4.0, con sus inmensas ventajas; pero también con los grandes riesgos que implica, sin la consideración más allá de lo tecnológico, de la filosofía y la ética, en la necesaria nueva normativa jurídica nacional e internacional.
La Inteligencia Artificial (IA) es la revolución más importante de los últimos tiempos. Con su potencialidad analítica, no escapa ningún campo en la vida humana donde la IA no pueda aplicarse.
Los hidrocarburos seguirán siendo parte fundamental en la economía y las finanzas de todos los Estados y la IA ya está presente en toda la cadena de valor de la industria petrolera, en sus fases de exploración, extracción, transporte, almacenamiento, procesamiento, comercialización y distribución.
Los algoritmos del aprendizaje automático permiten mayor seguridad, productividad y rentabilidad, optimizando las operaciones en todo el ámbito de la industria y en los procesos de recuperación secundaria y terciaria, tanto en el caso del petróleo como en el caso del gas.
La universidad – y en general la educación – en un país petrolero como Venezuela debe profundizar en el mundo de la energía, permitir y promover la formación de profesionales en todas las áreas de la cadena de valor de los hidrocarburos, no sólo en el campo técnico (donde la IA será esencial), sino también en las dimensiones geopolíticas, diplomáticas, económicas y filosóficas de la IA aplicada al mundo de la energía.
Esto ayudará a optimizar operaciones y reducir costos entre los grandes productores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP); su derivado la OPEP+ y en el mundo de la energía, elemento fundamental del progreso y desarrollo de la humanidad.
La IA generativa se manifiesta cada vez más dentro de la industria petrolera como un potencial transformador. Por ende, es importante en la creación de procesamiento de datos, gráficos, infografía, estadísticas e imágenes; específicamente con los modelos de lenguaje grandes (LLM).
Un ejemplo es el uso de la IA generativa en la perforación de pozos, al facilitar los datos geológicos, petrofísicos y de yacimientos, que permitirán una mejor perforación, con menos riesgos humanos y ambientales, reduciendo los costos y mejorando la seguridad.
La formación de recursos humanos en el área de petróleo es impostergable para complementar, con la IA, los conocimientos progresivos del mundo analógico hacia el mundo virtual.
La sociedad nacional e internacional seguirá dependiendo de esta energía fósil, hasta la transición energética que se avecina con la diversificación de las fuentes de energía, ya que tanto para la industria y el comercio, el transporte y la electricidad, los hidrocarburos seguirán siendo fundamentales.
La Academia Diplomática Euroamericana (ADEA), de la cual formamos parte, junto al Consejo Venezolano de la Energía, desarrollará una serie de eventos centralizados en el petróleo y el gas. Igualmente, sobre la Diplomacia, el Derecho y las Relaciones Internacionales.
En este sentido, pronto se abrirá un Diplomado que será desarrollado en conjunción con la Universidad Latinoamericana y del Caribe (ULAC). Con esta institución y otras universidades, venezolanas y extrajeras, continuaremos con nuestros estudios, tanto presenciales como virtuales, en el campo de la Diplomacia, la Economía, el Derecho Internacional y las Relaciones Internacionales.
El próximo 8 de marzo, en la sede de la ULAC, conversaremos sobre el imperativo del Acuerdo de Ginebra, como único marco político, diplomático y jurídico en la controversia sobre la Guayana Esequiba.
El 15 de marzo en la Universidad Central de Venezuela (UCV), visitaremos la Escuela de Computación e iniciaremos un Diplomado sobre la Inteligencia Artificial Aplicada al Derecho y a las Relaciones Internacionales.
Para la diplomacia, la AI ha facilitado la relación entre los Estados y las organizaciones internacionales, en el mundo virtual. Hoy existen Representaciones Diplomáticas bilaterales y multilaterales totalmente virtuales.
Como hemos visto en los recientes conflictos y guerras en Europa Oriental y en el Medio Oriente, la AI ha facilitado las difíciles negociaciones. Meta, por ejemplo, ya ha hecho público un modelo de IA aplicado a la Diplomacia denominado Cicero.
La herramienta va a permitir sustituir países y situaciones de conflicto y cooperación, en el complicado sistema internacional, facilitando el diálogo dentro de la seguridad y la paz mundial.
El desarrollo de las nuevas tecnologías como la robótica, el internet, la realidad aumentada y la IA obliga a los gobiernos, las empresas e individuos, y a la comunidad internacional al desarrollo de normas, de reglas y de instituciones, con la expresión de las leyes dentro de los Estados y sus procesos constitucionales.
Igualmente, en el marco internacional bilateral o multilateral, con convenios y tratados, donde, al otorgar el Estado parte de su soberanía, las naciones tienen que elaborar el respectivo marco jurídico nacional y extraterritorial.
Sin embargo, como lo señalamos anteriormente, es fundamental tener presente la dimensión axiológica de lo jurídico, de lo económico y de lo político, con imperativos morales, basados en los principios de la dignidad humana y el bien común universal.