En 1972, La asociación Guajira, integrada actualmente por Ecopetrol y Hocol, descubrió gas natural en esta zona del país. Perforaron el primer pozo en 1975, creando el campo terrestre Ballena el cual comenzó a producir gas en 1977 y el campo marino Chuchupa que comenzó a producirlo en 1979.
Las actividades de producción de gas natural que la Asociación Guajira ha implementado por más de 45 años han sido clave para el desarrollo y la consolidación de la industria del gas natural en Colombia. Gracias a estas operaciones, el país pudo sortear positivamente la crisis energética sufrida a finales de la década de los años 90.
La construcción de gasoductos domiciliarios en La Guajira comenzó en 1995 y su distribución inició en 1996. “La importancia de este proyecto no radica en lo económico sino en la solución a una problemática social y sobre todo en ayudar a resolver el impacto ambiental al sustituir la leña, el carbón y otros combustibles contaminantes”, aseguró el gerente de Gases de La Guajira, Roland Pinedo, de ese entonces.
El gas natural llegó a El Pájaro en La Guajira, a transformar vidas. Mónica Barrios, líder de los Wayú en esta zona, asegura que la llegada de este energético ha traído mayor fortaleza, capacitaciones y desarrollo para su comunidad: “hemos logrado que todos los procesos que se lleven en las comunidades sean sostenibles por la misma comunidad”.
De esta manera, se evidencia que el gas natural tiene efectos positivos en el bienestar de la población: genera crecimiento sostenible y transición energética, disminuye la pobreza monetaria, garantiza la seguridad alimentaria, reduce la pobreza energética y la pobreza de tiempo, entre otros.
El estudio Gas natural como vehículo para reducir pobreza energética y elevar el bienestar permitió corroborar el potencial del gas natural como vehículo para reducir la pobreza energética en Colombia. Los análisis de micro simulación con base en la Encuesta de Calidad de Vida del DANE que se presentan en este estudio permiten concluir que el gas natural es un energético asequible con ventajas sociales frente a sus sustitutos más cercanos (el GLP y la leña, el carbón y los desechos).
Una conversión de GLP a gas natural en zonas urbanas e intermedias liberaría en promedio $62 mil pesos colombianos del gasto de un hogar promedio. Estos resultados presentan órdenes de magnitud que permiten ilustrar que el gas natural, en el contexto de Colombia, no solo cuenta con los atributos ambientales reconocidos entre los combustibles fósiles, sino que además cuenta con atributos de equidad que le dan gran potencial para contribuir al cambio social por la vía de la reducción de la privación energética o de la liberación de gasto en los hogares pobres y vulnerables.
En el caso de la Guajira, la llegada del gas natural a El Pájaro ha mejorado la salud, educación, ambiente y trabajo de niños y mujeres principalmente, ahora tienen más tiempo para dedicarse a actividades que contribuyen a su desarrollo como comunidad. Gracias a la llegada de este energético, los Wayús hoy están a la vanguardia de otros departamentos en el país, “el servicio de gas es un privilegio para cualquier wayú” además, “ha traído mucho desarrollo social en las cabeceras municipales y ha sido beneficioso para evitar el uso de combustibles como la gasolina para cocinar” manifiesta Mónica Barrios.
Conoce la historia completa aquí y entérate de por qué el gas natural es, sin lugar a duda, un transformador social en territorio colombiano y el mundo.